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Santo Domingo, 11 dic (INS).- República Dominicana llamó a la comunidad internacional a tomar medidas efectivas para prevenir que se profundice la crisis humanitaria que padece Haití, situación que plantea “una amenaza real e inminente para la paz y la seguridad de la región”.
El planteamiento lo hizo el canciller dominicano Miguel Vargas al participar, en Panamá, en la XIII Cumbre Empresarial China-LAC (Latinoamérica y el Caribe), evento que concluyó el martes.
“Hay que evitar que Haití caiga en una espiral de caos total, de la cual le tomaría años recuperarse. Las urgencias mayores se centran en la inseguridad alimentaria y los problemas sanitarios”, precisó.
Afirmó que, además de las acciones inmediatas, Haití continúa necesitado de apoyo internacional para implementar un plan viable y multidimensional, que le permita alcanzar las metas de desarrollo sostenible y garantizar una estabilidad duradera.
“Nuestro apoyo en tal sentido es irrevocable, porque estamos convencidos de la imposibilidad de alcanzar la agenda 2030 de manera aislada. Haití continuará sumido en crisis sin el involucramiento a fondo de la comunidad internacional”, anotó el canciller Vargas.
“¿Por cuánto tiempo más persistirán los niveles actuales de inestabilidad política sin llegar a un punto de no retorno?”, se preguntó el ministro de Exteriores, quien recordó haber argumentado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que el retiro prematuro de la asistencia internacional en Haití tendría un efecto adverso.
Vargas, quien ofreció las declaraciones a través de un comunicado oficial, afirmó que la crisis de gobernabilidad, y consecuente inestabilidad en territorio haitiano, “ha bloqueado el trabajo de las organizaciones internacionales y de las ‘oenegés’ en ese país, donde más de una de cada tres personas necesita con urgencia asistencia alimentaria, y hay un millón clasificada ya en estado de emergencia”.
Indicó que cerca de cuatro millones de haitianos pasan hambre, y se considera que 49 por ciento de la población sufre malnutrición.
El canciller dominicano añadió que, desde septiembre, más de tres millones de niños haitianos no asisten a la escuela debido a problemas de seguridad, mientras las manifestaciones han afectado dramáticamente el sistema de salud, ya que han obstaculizado las rutas de abastecimiento.
El alto diplomático encuentra algunos paralelismos con los desplazamientos masivos de venezolanos y en países de América Central, situaciones que han precisado políticas a corto y mediano plazo de parte de naciones vecinas, socios y organizaciones multilaterales.
Se recuerda que recientemente el exjefe de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), Edmond Mulet, previó que la crisis humanitaria que esa nación insular desencadenará “hordas de haitianos” hacia República Dominicana en busca de un lugar donde comer y protegerse.
Cree que cualquier acción militar dominicana no será suficiente para detener a 80 mil o más personas que quieran cruzar la frontera dominico-haitiana.
Como medidas inmediatas cautelares a tomar, recomendó Mulet dos acciones puntuales en Haití: la primera, y que considera más urgente, es atender y asistir la crisis humanitaria actual, movilizando las fuerzas necesarias para garantizar la comida a los haitianos.
La segunda es una conferencia internacional sobre Haití, en la que participen los países latinoamericanos, la Unión Europea, Canadá, Estados Unidos, Francia y España para ya tomar decisiones.
En el aspecto humanitario, plantea que el Comando Sur de Estados Unidos se instale allá, para que asuma la acción urgente que se requiere en este momento, de darle comida a toda esa gente.
Mulet, quien habló del tema en Santo Domingo en un encuentro con ejecutivos del impreso local Listín Diario, dijo esperar que el gobierno dominicano esté movilizando a la comunidad internacional, llamando la atención y pidiendo ayuda para adoptar iniciativas oficiales.
Dijo estar consciente de que los efectos no sólo serán para República Dominicana, sino también para la región y sostuvo que ya 70 mil haitianos que tenían visa de turista americana B1 y B2 se quedaron en Estados Unidos, y que hay 200 mil en Chile, 40 mil en Argentina y 130 mil en Brasil. INS
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