P. Rico-Cambio climático, Puerto Rico y los conflictos políticos en el mundo (Crónica)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 31 dic (INS).- Cuando finalice el presente siglo seguramente habrá que rehacer el mapa del mundo a causa de que islas pequeñas del planeta quedarán sumergidas bajo los mares y océanos.

Al ritmo actual en que se incrementa la temperatura global del planeta, para fines del presente siglo los cascos polares y el permafrost que cubre la superficie terrestre polar se habrá derretido completamente.

Islas como Puerto Rico no desaparecerán sepultadas bajos las aguas, pero perderán gran parte de su litoral y habrán reducido para entonces su extensión geográfica y se harán más pequeñas.

A ese achicamiento territorial de la isleña colaborará la erosión creciente de las costas, por lo que Puerto Rico no será geográficamente lo que es hoy.

El mundo no únicamente cambiará geográficamente con la desaparición de islas pequeñas sepultadas por el agua marina y reducidas geográficamente muchas otras como Puerto Rico.

Habrá otros problemas demográficos, económicos y políticos.

En su libro “Climate Wars”, el periodista Gwynne Dyer describe un mundo donde el calentamiento global se acelera y refugiados hambrientos por la sequía y expulsados de sus tierras por el aumento del nivel de los océanos, intentan llegar al hemisferio Norte.

Así, los reminiscentes países con autosuficiencia alimentaria en las latitudes más altas del mundo se verán en la necesidad de defenderse. Para ello atacan con propósitos genocidas a sus vecinos de países de Europa del Sur y de las orillas del Mediterráneo, así como de África, transformados en desiertos, a fin de detener la invasión migratoria.

Algo similar a lo que prevé Dyer en Europa pudiera estar aconteciendo en América, donde Estados Unidos también estaría tomando drásticas medidas de autodefensa y protegiendo su integridad territorial, así como su población, contra la invasión migratoria de México y otros pueblos, principalmente de Centroamérica abatidos por las sequías y cuyas tierras quedarían convertidas en desiertos, con desastrosas consecuencias para su agricultura y ganadería.

Parte meridional del propio territorio estadounidense sufriría alzas en sus temperaturas promedio, desertización y sequías, por lo que habría una gran emigración hacia los estados más septentrionales.

Los cambios climáticos se perfilan como factores determinantes de modificación en el curso de las relaciones internacionales y causantes de guerras y conflictos políticos en el mundo, por lo que habrá un gran desajuste diplomático internacional.

La inestabilidad política y agobiantes crisis económicas en muchos países crearán conmoción en el mundo.

La guerra civil en Siria se atribuye a causas iniciales de cambios en el clima que originaron sequías entre 2006 y 2011 y que causó la pérdida de cosechas a gran escala.

Cerca de un millón y medio de personas de los 22 millones que habitaban a la sazón a Siria se vieron afectados por la desertización de regiones agrícolas y ganaderas que provocó la migración a las ciudades.

Las tensiones sociales y políticas en Siria se intensificaron con una gran afluencia de refugiados iraquíes tras la invasión a Irak y guerra estadounidense de 2003.

Incidió en la crisis siria, según la opinión de politólogos, errores cometidos por el gobierno de Bashar al Assad, como el de subvencionar el cultivo de trigo y algodón que requiere mucha agua, lo cual junto al pastoreo de ovejas, cabras y bovinos, tuvo el efecto de provocar la desertización de regiones completas, alterando drásticamente los ciclos de cambios demográficos.

Los recursos hídricos de Siria se redujeron a la mitad en un corto tiempo entre 2002 y 2008. Coadyuvó a esta desertización de terrenos agrícolas y ganadero causantes del conflicto bélico civil en Siria un cambio en el régimen de precipitaciones pluviales relacionado con el ascenso del nivel del mar en el Este del Mediterráneo, lo cual redujo la humedad del suelo.

Por otro lado, en otra región del mundo, como lo es la parte oriental de China, la carencia de lluvia y tormentas de arena durante el invierno de 2010-2011 ocasionaron pérdidas de cosechas de que obligó a Beijing a comprar trigo en el mercado internacional.

Esto provocó un aumento en los precios del trigo y una concomitancia de problemas inflacionarios en la canasta básica alimentaria de países como Egipto, primer importador mundial de trigo.

Las familias egipcias destinan más de un tercio de sus ingresos a la alimentación. Por consecuencia, la duplicación del precio del trigo y su efecto de una triplicación en el precio del pan en Egipto, causó un gran malestar social que desembocó en el derrocamiento del entonces presidente Hosni Mubarak.

También, en el Cono Sur sudamericano, principalmente su granero, Argentina, quedó afectado por fenómeno climático de El Niño.

Cosechas de trigo, soja y maíz fueron afectadas por un drástico acontecimiento climático relacionado con El Niño que desencadenó sequías en Argentina.

El fenómeno climático de El Niño trae la acumulación de aguas cálidas a lo largo de las costas de Ecuador y Perú en períodos que varían entre tres a siete años.

Esa incidencia en el problema de desestabilización política por causa de cambios climáticos en el mundo debe tomarse muy en serio. Preocupa la huella humana en el problema del calentamiento global y el cambio climático moderno que ha dado origen al neologismo del período del “antropoceno”, al que ya hemos sido abocados.

Con un fenómeno antropoceno se designa la desmesurada huella de las sociedades industriales en el cambio climático global del planeta Tierra.

Cómo revertir el período del antropoceno y sus efectos es el mayor reto que enfrenta la humanidad en estos momentos, según los científicos. INS

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