Por Joel Cintrón Arbasetti, del CPI
San Juan, 2 oct (INS).- “En mi opinión, Promesa ha terminado”, dijo Nicholas Prouty en referencia a la ley federal Puerto Rico Oversight, Management, and Economic Stability Act que impuso el Congreso de Estados Unidos al gobierno de Puerto Rico para reestructurar la deuda pública de la Isla.
Prouty es uno de los inversionistas beneficiarios de las leyes 20 y 22 que ofrecen exenciones contributivas para que empresarios millonarios establezcan negocios en Puerto Rico.
El inversionista neoyorquino se mudó a Puerto Rico en 2013 y se convirtió en promotor de la isla como destino de inversión, mientras aumentaba la migración hacia Estados Unidos por el desplome económico y la crisis fiscal del gobierno. La firma que preside, Putnam Bridge, compró el complejo Ciudadela de Santurce, el cual estaba en quiebra, y la Marina Puerto del Rey en Fajardo.
Prouty, quien antes de fundar Putnam Bridge fue jefe de adquisición y reestructuración en el fondo de cobertura Valivian Advisor, considera que la ley Promesa perdió su función luego de ver el impacto del huracán María en la isla.
“Promesa era necesaria para reestructurar las deudas de Puerto Rico. Sin embargo, este huracán ha devastado la Isla. Podríamos ver una migración de millones de personas [yendo] fuera de Puerto Rico. Si no hay suficientes pares de tarifas para amortizar la deuda con Wall Street durante los próximos 30 años, no hay forma de reestructurar la deuda. En mi opinión, me sorprendería mucho si Promesa existiera en seis meses. Creo que ha terminado”, dijo en una entrevista con el Centro de Periodismo Investigativo.
Prouty está en estos días entrando y saliendo del Centro de Convenciones, donde en el pasado ha ofrecido charlas sobre las exenciones contributivas y otros beneficios que ofrece el gobierno de Puerto Rico a inversionistas millonarios.
Tras el huracán María, el mismo Centro de Convenciones que fue sede del Puerto Rico Investment Summit, se transformó en un refugio para la ciudadanía y en el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) del gobierno. Ya no pasean por aquí hombres en gabán y corbata, sino militares, bomberos, agentes del Negociado de Investigaciones Especiales y jefes de agencia con gorras y abrigos impermeables.
Prouty entra a los salones de ejecutivos del gobierno como si fuera parte de ese grupo.
“Mi rol principal ha sido facilitar las conversaciones entre el Congreso y el gobierno de Puerto Rico, para asegurar que el gobierno de Puerto Rico tenga acceso a los altos niveles del Congreso y que los miembros del Congreso entiendan esta situación, y empujar tanto como sea posible para acelerar un paquete de ayudas para conseguir que Puerto Rico se mueva otra vez”, dijo.
Agregó que tras el huracán María el mercado de inversión obviamente va a ser impactado seriamente por el huracán y tendrá un efecto en cadena sobre la economía.
“Por ejemplo, el Departamento de Hacienda no va a ser capaz de recaudar impuestos de pago o por los Impuestos de Venta y Uso (IVU) porque estamos corriendo con una economía de efectivo en toda la isla”, declaró.
A su vez, opinó que “el gobierno tiene problemas muy serios de efectivo en términos de la liquidez que les queda para el futuro. Por eso es tan importante que recibamos un paquete de ayuda de Washington que le dé al gobierno la flexibilidad que necesita para responder a esta crisis de proporciones que nadie ha visto en los Estados Unidos. Anoche hablé con los senadores Cory Booker (Demócrata, New Jersey), Kamala Harris (demócrata, California), John McCain (Republicano, Arizona) y Ted Cruz (Republicano, Texas); todos expresaron sus deseos de hacer lo que sea para ayudar a Puerto Rico”.
Para el empresario “ellos reconocen que los puertorriqueños son americanos, y que los americanos tienen que ayudar a sus hermanos y hermanas puertorriqueñas en este momento”.
Consignó que “hemos sufrido un evento catastrófico, perdimos el 95% de la electricidad, el acceso a agua fresca es limitado, la red eléctrica está en el piso, todas estas son cosas que hay que reconstruir. Así que, desde un punto de vista económico, esto representa también una maravillosa oportunidad. En medio de esta triste y horrible crisis, hay una oportunidad para reconstruir a Puerto Rico hacia un leapfrog tecnológico, para que tengamos sistemas de última generación, para que la gente maravillosa de Puerto Rico no sufra nuevamente este tipo de indignidad”.
En cuanto a cómo afectan a las leyes 20 y 22 la destrucción que ha sufrido la isla, indicó que “a lo mejor veas un aumento en la conciencia sobre Puerto Rico en los Estados Unidos continentales y potencialmente que alguna gente decida mudarse aquí. Mira, creo que tenemos un problema masivo en nuestras manos, esto va a tomar años. Puerto Rico tiene que reconocer que esto es una situación que va a requerir pensamiento cuidadoso, cooperación tremenda con el gobierno federal, trabajar hombro a hombro con el sector privado para resucitar todos los pilares que permiten que la sociedad funcione”.INS
lp