P. Rico-Operaron sin interrupción los paradores ante paso de Irma y siguen funcionando como albergues temporeros para vecinos y empleados

El parador Boquemar./Inter News Service

San Juan, 11 sep (INS).- El mercado de paradores en la Isla no se detuvo durante la emergencia ocasionada por el paso del huracán Irma y se mantiene operando incluso con ofertas especiales para el otoño desde precios tan cómodos como desde 75 dólares la noche.
“Los paradores de Puerto Rico estuvieron preparados y listos para el evento del huracán. Nuestra infraestructura cuenta con los elementos más importantes para proteger a nuestras propiedades, empleados y huéspedes, durante estos eventos. Primero que todo, se tomaron las medidas preventivas para manejar adecuadamente las inclemencias del tiempo, y para poder apoyar a nuestras comunidades, empleados y huéspedes por varios días, luego de la emergencia”, expresó Jesús Ramos, presidente de la Asociación de Dueños de Paradores y Turismo y dueño del Parador Villas de Sotomayor de Adjuntas.
Aseguró que “en los paradores estamos preparados para estas situaciones y tenemos cisterna de agua, generadores de energía, equipos de gas propano, hielo, y abastos para mantener un servicio de calidad por varios días”.
A modo de ejemplo, el Combate Beach Resort lanzó en medio de la emergencia una oferta de apoyo para sus clientes, de tan solo 69 dólares por noche, incluyendo estacionamiento y desayuno continental durante la emergencia.
“Llegaron huéspedes de las cuatro esquinas de Puerto Rico y visitantes de Estados Unidos, Alemania, España y Francia que se alojaron en el hotel por dos o tres días. Para beneficio de los huéspedes, se mantuvieron las comunicaciones, y estos se pudieron comunicar con sus familiares, aquí y en le extranjero. También le ofrecimos un albergue más seguro a nuestros empleados y familiares gratis, y varios lo utilizaron”, expresó Xavier Ramírez, dueño de la hospedería.
El Parador Villas Sotomayor en Adjuntas, estuvo preparado y listo para apoyar a sus huéspedes y empleados.
Aunque experimentaron daños en la finca, tan pronto pasó la emergencia, abrieron su restaurante al servicio de la ciudad en momentos en que muy pocos negocios estuvieron abiertos.
En tanto, el Parador Boquemar, en Cabo Rojo, hizo lo propio y abrió sus puertas a la comunidad.
Se preparó adecuadamente y ha estado en servicio continuamente.
Además, continúa sirviendo de albergue temporero a varias familias en el poblado de Boquerón.INS
lp