P. Rico-Siguen las denuncias de trato inhumano contra Julian Assange en prisión de Gran Bretaña

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 17 sep (INS).- Se habla mucho mediáticamente de la violación a los derechos humanos y civiles en Rusia, China o Corea del Norte, pero se invisibiliza parcialmente y minimizan las denuncias del trato que recibe el asusado por Estados Unidos de jaquear información secreta de seguridad nacional, Julian Assangeen, en una cárcel de Gran Bretaña, en espera de un que concluya la determinación judicial de extradición.

La pareja de Julian Assange, Stella Moris, denuncia que el fundador de WikiLeaks es víctima de trato abusivo en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, al sureste de Londres, desde donde libra una batalla legal para evitar que lo extraditen a Estados Unidos.

“Cada día a Julian lo despiertan a las 5 de la mañana, lo esposan, lo meten en celdas de detención, lo desnudan y someten a rayos X. Lo transportan [al tribunal] durante 1,5 horas en lo que parece un ataúd vertical en una furgoneta claustrofóbica. Está en una caja de cristal al fondo del tribunal desde la que no puede consultar a sus abogados adecuadamente”, escribió Moris en su cuenta de Twitter.

Las audiencias sobre la extradición de Assange a Estados Unidos, donde afronta cadena perpetua por las filtraciones de registros de acciones de guerra en Irak y Afganistán y archivos de detenidos en la prisión de Guantánamo, entre otros documentos, comenzaron en Londres el pasado 7 de septiembre.

El fundador de WikiLeaks, que ingresó hace un año en prisión, se enfrenta a una pena de 175 años de cárcel por 18 cargos presentados en su contra por la justicia estadounidense en relación con “una de las filtraciones de información clasificada más grandes en la historia” del país.

Entre otras cosas, a Assange se lo acusa de reclutar ‘hackers’ y conspirar con ellos para obtener acceso a datos clasificados en beneficio de WikiLeaks, alentar a los demás a conseguir información para su organización durante diferentes conferencias de ‘hackers’ y conspirar con el entonces analista de inteligencia del Ejército, Chelsea Manning, para ‘hackear’ una contraseña de un ordenador del Departamento de Defensa de Estados Unidos con archivos clasificados. INS

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