P. Rico-Huracán María/Salud exhorta a tomar medidas preventivas para evitar enfermedades

San Juan, 19 sep (INS).- El secretario del Departamento de Salud, doctor Rafael Rodríguez Mercado, pidió a la población general tomar las medidas preventivas por motivo del inminente embate del huracán María.

“Ante la realidad del posible impacto del huracán María en Puerto Rico y de que los servicios básicos, como el de energía eléctrica y agua potable, se puedan ver afectados, debemos ser conscientes de que la mejor estrategia para enfrentarlo es preparar un plan de contingencia detallado y ponerlo en práctica”, afirmó.

Esto -señaló- implica conocer las precauciones de seguridad alimentaria adecuadas que se deben tomar antes, durante y después de un apagón eléctrico; así como estar preparados para manejar los alimentos y el agua de forma segura en caso de inundación.

El titular de Salud entregó consejos prácticos para conservar los alimentos como parte de los preparativos para recibir el huracán: Asegúrese de tener termómetros para electrodomésticos en su refrigerador y congelador; verifique que la temperatura de su congelador es de 0° F o menor, y que la del refrigerador es de 40° F o menor.

Además, en caso de apagón eléctrico, los termómetros para electrodomésticos le indicarán las temperaturas del refrigerador y el congelador, ayudándole a determinar si los alimentos están en buen estado. Y congele recipientes con agua, pues el hielo que obtenga le ayudará a mantener fríos los alimentos en el congelador, el refrigerador o en hieleras en caso de fallo eléctrico.

Si su suministro de agua tradicional estuviera contaminado o no disponible, el hielo derretido también le suministrará agua potable. Congele también los productos refrigerados, como los restos de comida, la leche, y la carne y aves frescas que no necesitará de inmediato. Así se mantendrán a una temperatura segura por más tiempo.

También recomendó agrupar los alimentos dentro del congelador, lo que ayudará a que se mantengan fríos por más tiempo. Tenga hieleras a mano para mantener fríos los alimentos refrigerados si la energía falla por más de cuatro horas e indague en qué establecimientos locales puede comprar hielo seco y bloques de hielo si los llegara a necesitar.

Almacene los alimentos en estanterías que, en caso de inundación, no queden al alcance del agua contaminada y asegúrese de tener provisiones de agua embotellada almacenadas donde estén lo más seguras posible en caso de inundación.

“Si su agua embotellada emite algún olor, no la beba ni la use. Deséchela o, si es posible, llame a su proveedor de agua embotellada para acordar un reemplazo. Durante una emergencia, si utiliza envases de alimentos o bebidas para contener sustancias no alimenticias, como la gasolina, deséchelos después de usarlos y no los recicle”, apuntó el funcionario.

Si el servicio de energía eléctrica es interrumpido, los consejos son los siguientes:

Mantenga cerradas las puertas del refrigerador y del congelador siempre que sea posible para no perder el frío. El refrigerador mantendrá los alimentos fríos durante aproximadamente 4 horas si está cerrado. Un congelador lleno mantendrá la temperatura durante aproximadamente 48 horas (24 horas si está medio lleno) si la puerta permanece cerrada.

Compre hielo seco o en bloque para mantener el refrigerador tan frío como sea posible si la electricidad fallase por un período de tiempo prolongado. Cincuenta libras de hielo seco deberían de mantener el frío de un congelador de 18 pies cúbicos lleno durante dos días.

Si planea consumir huevos, carne, aves o pescados congelados o refrigerados mientras aún se conservan a temperaturas seguras, es importante que cada producto esté bien cocinado a una temperatura mínima interna segura para garantizar la eliminación de cualquier bacteria que pueda estar presente.

Sin embargo, si en algún momento un alimento permanece a más de 40º F durante dos o más horas (o una hora si la temperatura supera los 90º F), deséchelo.

Cuando se restablezca el servicio de energía eléctrica, siga los siguientes consejos para determinar si sus alimentos son seguros:

Si puso un termómetro para electrodomésticos en el congelador, compruebe la temperatura cuando se restablezca la electricidad. Si el termómetro del congelador marca 40° F o menos, los alimentos son seguros y se pueden volver a congelar.

Si no puso un termómetro en el congelador, revise cada paquete de comida para determinar su estado. No confíe en la apariencia o el olor; si el alimento aún contiene cristales de hielo o si está a 40° F o menos, puede cocinarlo o volver a congelarlo con seguridad.

Los alimentos refrigerados deberían de ser seguros siempre y cuando la electricidad haya fallado por no más de 4 horas y la puerta del refrigerador se haya mantenido cerrada. Deseche cualquier alimento perecedero (carne, aves, pescado, huevos o restos de comida) que haya estado a temperaturas superiores a 40° F por dos o más horas (o una hora si la temperatura superó los 90º F).

El consumo de alimentos perecederos -como la carne, aves, pescados y mariscos, la leche y los huevos- que no se mantienen adecuadamente refrigerados o congelados puede causar enfermedades, incluso si están bien cocinados.

En el caso del agua potable que se vaya a consumir, se debe hervir por un mínimo de tres minutos antes de utilizarla, como medida preventiva para la transmisión de enfermedades.

Según el secretario de Salud, esto debe llevarse a cabo inmediatamente se comience a recibir el servicio de agua potable ya que “una vez restablecido el servicio, el agua puede contener sedimentos depositados en los tanques y lugares bajos, ocasionando turbidez en el agua, lo que puede afectar su pureza.

Si el agua no es debidamente tratada, puede ocasionar enfermedades gastrointestinales.

A su vez, es importante destacar que el Departamento de Salud inspecciona, monitorea y muestrea el agua producida por la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) y los camiones cisterna que suplen los oasis de agua, con el propósito de garantizar la calidad del líquido vital”, manifestó Rodríguez Mercado.

El titular señaló las siguientes recomendaciones para el almacenaje de agua potable en las residencias:

Utilizar recipientes de material plástico, cristal o “fiberglass” que estén bien limpios y desinfectados. Observar que no presenten residuos ni olores fuertes o penetrantes. No utilizar envases que hayan sido utilizados para almacenar productos tóxicos, ácidos, detergentes, solventes, grasas y otras sustancias químicas que puedan presentar riesgo para la salud.

Mantener tapados los recipientes en todo momento, para prevenir la contaminación externa por causa del polvo, hojas, mosquitos, excreta de pájaros, etcétera. El recipiente con agua no debe exponerse al sol para evitar la pérdida de cloro y el posible crecimiento de algas.

Aquellas personas que por falta de electricidad no puedan hervir el agua, pueden añadirle cloro en proporción de ocho gotas por cada galón. Se recomienda no tomar el agua hasta que pasen 30 minutos luego de añadir el cloro. Para esto debe utilizarse cloro de uso casero y un gotero limpio.

En caso de inundación:

No coma alimentos que hayan podido estar en contacto con el agua de la inundación. Deseche los alimentos y bebidas que no estén en envases impermeables si existe cualquier posibilidad de que hayan estado en contacto con el agua de la inundación.

Los envases considerados impermeables incluyen las latas de alimentos procesados comercialmente -metálicas y sin daño- y los envases blandos (como las bolsitas flexibles no refrigeradas de jugo, o las bolsas herméticas de pescados y mariscos).

Los envases que no se consideran impermeables incluyen aquellos con tapón de rosca, con tapa trincada, con anilla abrefácil y con tapón de corona.

Deseche también los envases de cartón de jugo, leche y fórmula para bebés, y las conservas caseras si han estado en contacto con el agua de la inundación, ya que no se pueden limpiar y desinfectar eficazmente.

Deseche los alimentos en latas dañadas, que estén hinchadas o que presenten pérdidas, perforaciones, agujeros, fracturas, exceso de óxido o abolladuras tan severas que no permitan que se puedan apilar con normalidad o abrir con un abrelatas de rueda dentada manual. Lea los pasos para limpiar/preservar envases no dañados en la caja.

Lave bien las sartenes metálicas, los platos de cerámica y los utensilios de cocina (incluidos los abrelatas) con jabón y agua, usando agua caliente si es posible. Enjuáguelos y luego desinféctelos hirviéndolos en agua limpia o sumergiéndolos por 15 minutos en una solución de una cucharada de lejía clorada líquida sin perfumar por galón de agua potable (o del agua más limpia disponible).

Limpie bien las encimeras con jabón y agua, usando agua caliente si es posible. Enjuáguelas y luego desinféctelas aplicando una solución de una cucharada de lejía clorada líquida sin perfumar por galón de agua potable (o del agua más limpia y clara disponible). Deje que se sequen al aire.

La ingesta de bacterias peligrosas transmitidas por los alimentos normalmente causa malestar entre uno y tres días después de consumirlas. Sin embargo, el malestar también puede surgir en 20 minutos o hasta seis semanas después.

Aunque la mayoría de la gente se recupera de una intoxicación alimentaria en poco tiempo, algunas personas pueden desarrollar problemas de salud crónicos, severos o que incluso pongan su vida en riesgo.

“Los síntomas de la intoxicación alimentaria pueden incluir vómitos, diarrea y dolor abdominal, síntomas parecidos a los de la gripe como fiebre, dolor de cabeza y dolor corporal. Si cree que usted o algún miembro de su familia sufren una intoxicación alimentaria, llame a su proveedor de servicios de salud inmediatamente”, recomendó el médico. INS

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