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Morovis, 2 sep (INS).- Los habitantes del barrio Morovis Sur, de la municipalidad de Morovis, siguen agobiados por la falta de agua potable, un problema que data de años al que la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) no alcanza dar solución.
“El término angustia es poco: la falta de agua impide a los vecinos tener una vida normal, también limita a los comercios el ofrecer servicios a sus clientes e impide el desarrollo de nuevos negocios o industrias”, afirmó la alcaldesa Carmen Maldonado.
En este sentido, explicó que este viernes se afectaron los trabajos en las escuelas públicas, a pesar de los esfuerzos del ayuntamiento para paliar la situación mediante el envío de el único camión cisterna con que cuenta Morovis.
Ante el llamado de padres con alumnos en la Escuela Segunda Unidad David Colón Vega, la alcaldesa envió el camión cisterna para que atendiera el problema de falta de agua.
“Ya ese camión tiene sus años de uso y en ocasiones se calienta, a pesar del mantenimiento constante al que es sometido, pero es que Morovis somos 13 barrios montañosos, sumado al casco urbano y la atención a las comunidades debe ser constante, pero no tenemos los recursos necesarios. Al menos necesitaríamos dos camiones cisterna adicionales para paliar la situación”, argumentó Maldonado.
Un nutrido grupo de moroveños acudió el pasado 10 de agosto a manifestarse ante las oficinas centrales de la AAA en Hato Rey, donde fueron atendidos por el presidente Elí Díaz Atienza y su equipo de trabajo.
El funcionario se comprometió a ofrecer alternativas con la promesa de volverse a reunir en 30 días para ver resultados, periodo que se aproxima sin que se alcance una solución.
“En honor a la verdad, los oficiales de la Región Norte de la AAA atienden los llamados, nos hemos reunido muchas veces, pero no hay soluciones a la vista”, dijo la alcaldesa de Morovis sobre lo que reconoció es un problema de décadas.
Indicó que cuando su administración, Luis Fortuño inauguró una planta de procesamiento de aguas crudas en el barrio Río Grande, una instalación que se anunció que costó más de un millón de dólares, pero que “el problema sigue igual”.
La alcaldesa agradeció la atención que ha recibido de la comisionada residente en Washington, Jenniffer González, a quien visitó en sus oficinas en el Congreso federal para exponerle la situación.
“Pero ella también está limitada porque la AAA debió tener un plan a largo plazo para atender los reclamos de Morovis, que no se iniciaron con esta administración, insisto, este es un problema de décadas y tiene que resolverse”, aclaró Maldonado. INS
ndc