P. Rico-El fenómeno de la colonia federalizada y el voto puertorriqueño por la estadidad (análisis)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 16 sep (INS).- La colonia federalizada, con cada vez mayor injerencia de las instancias gubernativas federales en Puerto Rico y su concomitancia en la asignación de partidas de dinero de programas federales que antes eran inaccesibles a los puertorriqueños, es vista como el peor enemigo de la estadidad actualmente.

Lo único que pudiera diferenciar a la colonia federalizada de la estadidad es la elección a una representación con voz y voto en la Cámara de Representantes federal y de dos senadores en Washington, tanto como el poder de regateo que otorgaría el voto de los puertorriqueños en el territorio de Puerto Rico por el presidente estadounidense.

La  diferencia entre ambas opciones sería de índole política, pero el peso económico intrínseco sería un factor determinante en la percepción que tengan los puertorriqueños y la proclividad en la intención del ejercicio al voto, teniendo en cuenta que lo materialmente tangible tiene un peso mayor que lo conceptual de la política.

Es lo que muchos entendidos perciben se está viendo paulatinamente en Puerto Rico: una colonia cada vez más federalizada en términos de la gobernanza cotidiana. El gobierno federal  estadounidense va teniendo mayor injerencia en los asuntos internos de Puerto Rico y se va perdiendo la autonomía fiscal y política de antaño.

Es por eso la suspicacia entre algunos de que la lentitud en el desembolso de fondos federales para la recuperación y reconstrucción de Puerto Rico luego de los desastres del huracán María y de los terremotos a principios de este año sea algo planificado y provocado adrede por los anexionistas del patio. 

La idea para quienes piensan así es querer dar la impresión de que únicamente bajo la estadidad el territorio puertorriqueño tiene pleno acceso a las partidas de dinero de los programas federales, de cara a la consulta plebiscitaria de noviembre. 

 

Tres años después del huracán María, ha sido muy limitado el acceso del gobierno de Puerto Rico a las partidas de fondos asignados de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y del Departamento de Vivienda federal (HUD) para la reconstrucción del país ha sido muy limitado. 

Lo poco que ha llegado a la Isla para los proyectos de reconstrucción, luego de un proceso centrado en la recuperación, se ha utilizado con extremada lentitud. El gobierno de Puerto Rico solo ha desembolsado $102.3 millones de los $3,270 millones en fondos del programa de desarrollo comunitario para atender desastres (CDBG-DR) que HUD ha hecho disponibles. 

En total, el Congreso y el gobierno federal han asignado a la Isla $20,223 millones en fondos CDBG-DR.

De los $52,007 millones prometidos a la isla para mitigar los daños causados por el huracán María, los desembolsos rondan $22,909 millones y en el último año la entrega de esas asignaciones ha quedado reducida a unos $2,600 millones.

Este fenómeno de la colonia federalizada es lo que se va interponiendo como un obstáculo al logro de un voto contundentemente mayoritario por la estadidad en Puerto Rico. La pregunta es: ¿podría la amenaza de este fenómeno de una colonia federalizada estar pesando en la ideación de una triquiñuela para propiciar una lentitud en el desembolso de los fondos federales para la recuperación y reconstrucción de Puerto Rico hasta después de las elecciones de noviembre y la consulta plebiscitaria?

Ciudadanos satisfechos en Puerto Rico con las ayudas federales recibidas en la colonia constituyen un factor electoral adverso para conquistar un voto a favor de la estadidad, en vista de que ya se tiene acceso a gran parte de los beneficios deseados. INS

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