P. Rico-Considera legislador del PIP que eliminación de ley

San Juan, 17 may (INS).- El gobierno puertorriqueño considera a los trabajadores como simple mercancía, al pretender junto a la Legislatura y la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) la eliminación de la Ley 80 de despido injustificado, consideró hoy el legislador Denis Márquez Lebrón.

“La derogación de la Ley 80 convertirá al trabajador y a la trabajadora puertorriqueña, a la gente que sale todos los días a trabajar, en una mera mercancía, en un mero cómputo de costos”, expresó el representante a la Cámara por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) al deplorar el “acomodo razonable” del gobierno de Ricardo Rosselló Nevares con la JSF.

Afirmó que su eliminación en nada mejora la economía de Puerto Rico, por lo que tal acción es simplemente otro designio más, otro mandato más, de la junta de control fiscal para convertir a la clase trabajadora en esclavos del siglo XXI, pues se trata del último reducto que le queda luego de ver constantemente menoscabados sus derechos.

“Si la eliminan, van a convertir a Puerto Rico en una economía de libre empleo a voluntad, que permitirá el despido de una persona en cualquier momento”, advirtió al reiterar su más férrea oposición a la derogación de la normativa.

El parlamentario independentista opinó que la derogación de la Ley 80 debe ser rechazada vehementemente como lo planteó cuando se discutió la primera reforma laboral, por lo que ahora, con esta segunda fase, pretenden hacer del país “un mercado donde se permitan los despidos a tutiplén sin ninguna razón justificada”.

Márquez Lebrón insistió en que la Ley 80 del 30 de mayo de 1976 es lo único que le queda al trabajador en la empresa privada para obtener una compensación en aquellos casos en que es despedido injustificadamente.

“Durante más de cuarenta años se ha utilizado para reivindicar mínimamente al trabajador o trabajadora cuando es despedido por razones injustificadas por el patrono y por razones que no tienen que ver nada con la función y el ejercicio de su trabajo”, dijo al reclamar su permanencia.

Refirió que esta ley ha sido enmendada en múltiples ocasiones desde que se aprobó en 1976 para aumentar las compensaciones, hasta que el pasado año fue mutilada para reducirlas para de esa forma reconocer que existe una relación desigual entre el trabajador y el patrono.

“Eso significa que había que dejar algún tipo de ley que reconociera un mínimo de protección al empleado”, según Márquez Lebrón, quien planteó que desde el Partido Independentista Puertorriqueño siempre ha planteado que esa legislación ameritaba ser enmendada para reconocerle al trabajador y a la trabajadora su derecho a ser reinstalado en el empleo.

El legislador del PIP reiteró su condena a aquellos que intentan hacer algún tipo de negociación o transacción a costa de las personas que salen todos los días a trabajar y que lo único que en justicia les queda para defenderse ante un despido injustificado. INS

ndc