P. Rico-Exige Pueblo Unido renuncia de Escalera y Pesquera por incidentes del 1 de Mayo en la Milla de Oro

Por Nelson del Castillo

San Juan, 3 may (INS).- Dirigentes de la organización Pueblo Unido en Contra de la Privatización de los Servicios Públicos exigió hoy la renuncia del comisionado de la Policía, Henry Escalera, y del secretario de Seguridad Pública, Héctor M. Pesquera, por la violencia desatada el martes contra participantes en la protesta del Día Internacional de los Trabajadores en la Milla de Oro, en Hato Rey.

“Ese individuo (Pesquera) tiene que salir del cargo porque no queremos ver la sangre de nuestro pueblo en las calles”, dijo de forma contundente Joselyn Velázquez, de la Jornada se Acabaron las Promesas.

Aseguró, en un aparte con la agencia Inter News Service (INS), que la mayoría de los jóvenes que fueron detenidos se encuentran libres de cargos porque se trató de actuaciones arbitrarias en su contra, ya que no había razón para arrestarlos.

Velázquez acusó que el gobernador Ricardo Rosselló Nevares “es un incompetente y Pesquera un mentiroso”.

“El gobernador miente; este es un gobierno de corruptos y mentirosos”, subrayó junto a Mercedes Martínez Padilla, de la Federación de Maestros (FMPR); Ángel Figueroa Jaramillo, de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier); Eva Ayala Reyes, de Educamos, y el ambientalista Juan Camacho.

La portavoz de Educamos coincidió con los planteamientos al sostener que el desproporcionado uso de la violencia por la Policía y la encerrona contra los manifestantes tuvo el propósito de crear un ambiente de pánico en el pueblo para que no exprese su insatisfacción en las calles, porque también “quieren limitar dónde podemos protestar”.

“¡No tenemos miedo!”, proclamó Ayala Reyes durante la rueda de prensa en la sede de la Utier, donde se mostraron fotografías de los excesos cometidos por los policías contra jóvenes manifestantes.

El presidente de la Utier advirtió que “la Policía no puede decirle al pueblo por dónde transcurre en una protesta”, como quiso hacer el martes con los sindicatos, con los maestros, con los estudiantes y con los integrantes de la Jornada se Acabaron las Promesas.

“Si cierra una vía pública tiene que explicar por qué, de lo contrario es una provocación”, insistió Figueroa Jaramillo.

Los portavoces destacaron la respuesta positiva que obtuvo el Paro Nacional al que se integraron amplios sectores del pueblo para mostrar su indignación ante las medidas de austeridad aprobadas por la junta de control fiscal, que amenazan con la reducción de beneficios laborales como los días por enfermedad y vacaciones, la eliminación del bono de Navidad y la mesada por despidos injustificados, además con recortes en las pensiones, el cierre de escuelas y el encarecimiento de la matricula universitaria, junto a la privatización de servicios esenciales como la educación pública y la Autoridad de Energía Eléctrica.

Ayala Reyes, mientras, describió como un triunfo del pueblo la masiva asistencia al paro, que comenzó temprano en la mañana con cinco grandes marchas que salieron desde distintos puntos de la zona metro: la Universidad de Puerto Rico, el Departamento del Trabajo, la estación Sagrado Corazón del Tren Urbano, el Departamento de Educación y el estadio Hiram Bithorn, para converger en la Mila de Oro donde fue el acto principal.

“Allí acudieron padres y madres acompañados de sus hijos e hijas que sustituyeron un día de la escuela por una clase de dignidad y reclamo de que no les cierren sus escuelas, jóvenes dispuestos a defender su derecho de acceso a la Universidad, trabajadores en reclamo por preservar sus derechos laborales y pensionados dispuestos a luchar porque no se les reduzcan las pensiones”, resumió Ayala Reyes, representante también del Frente Unido en Defensa de la Educación Pública.

El ambientalista Camacho destacó que el éxito del paro ciudadano comenzó el día antes, con el anuncio del cierre de los principales centros de poder económico en el país, comenzando con Plaza Las Américas, la zona bancaria, las casas de corretajes y los bufetes que representan esos poderes económicos, sectores que usualmente reclaman reducción de beneficios laborales.

“También permaneció cerrada la oficina de la junta de control fiscal, que ubica en la Milla de Oro, razón adicional por la que se hizo la convocatoria para ese lugar; esas calles esta vez las ocupó un pueblo indignado dispuesto a ejercer su derecho constitucional a la reparación de agravios a un gobierno que no lo defiende ante la junta, que además es una imposición colonial”, agregó Camacho.

Para Figueroa Jaramillo, la victoria que representó para el pueblo puertorriqueño poder manifestar su indignación el Día Internacional de los Trabajadores, en momentos en  que la gente ha empezado a perder el miedo a reclamar sus derechos.

Condenó la criminalización previa que ejerció la Policia, amenazando días antes a los comerciantes que tuvieran cámaras por donde transcurrirían las marchas para que grabaran a los manifestantes.

“A esas amenazas se agregaron las expresiones del jefe de las agencias de seguridad, Hector Pesquera, de anticipar supuestos actos delictivos que dijo se podían cometerse en la Milla de Oro por individuos que indicó que ya tenía identificados; de esa manera intentó crear miedo en la población, que a pesar de eso no se dejó intimidar”, afirmó Figueroa Jaramillo.

Los portavoces de Pueblo Unido anticiparon que harán nuevas protestas amparados en los derechos ciudadanos que garantiza la Constitución de Puerto Rico. INS

ndc