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Muchas de las farmacias de la comunidad operan en horario especial debido a la falta del servicio de energía eléctrica. /Inter News Service
San Juan, 14 nov (INS).- La presidenta de la Asociación de Farmacias de Comunidad (Afcpr), Vicmaris González, reveló hoy que, como parte de su compromiso de llevar salud a las áreas afectadas por el huracán María, han canalizado sobre 60,000 dólares en medicamentos y productos de primera necesidad.
“Hemos encontrado muchos pacientes que no se están atendiendo sus condiciones por falta de medicamentos; a veces pensamos que todo el mundo puede llegar a una farmacia pero ese no es el caso para muchas familias que están pasando una situación bien difícil, especialmente menores de edad, personas de edad avanzada y minusválidos con condiciones crónicas y severas”, manifestó González.
Entre los suministros que la Afcpr ha canalizado están antibióticos, antihistamínicos, medicamentos para la hipertensión, diabetes, ungüentos tópicos, entre otros.
Como parte de su iniciativa los directivos de las farmacias comunitarias han visitado los municipios de Culebra y Loíza con diferentes medios de comunicación; Orocovis y Trujillo Alto con un grupo multisectorial que incluye al gobierno; a Toa Baja con Metro Pavía Clinic y First Medical, y en Jayuya los barrios El Salto, Saliente y Salientito con la entidad Me apunto y Salubristas en Puerto Rico.
“A pesar de que las farmacias de comunidad y nuestros empleados fuimos afectados también, nos repusimos inmediatamente para abrir y servir a nuestros clientes, (por lo que) la gente sin planta ni luz ha venido a darse terapias respiratorias y hasta a cargar sus celulares y equipos electrónicos”, aseguró González.
La presidenta de la Afcpr resaltó que “hemos hecho de todo para dar la mano mientras dure la emergencia y haya comunidades desprovistas de ayuda”.
Las farmacias de comunidad mas afectadas por el huracán María fueron las de la región sur y oriental de la Isla.
Unas 10 farmacias de comunidad, de un total de 750, sufrieron serios daños a sus operaciones y continúan sin poder ofrecer servicios a sus pacientes.
El resto de las farmacias de comunidad está operando, muchas en horario especial, empleando en su mayoría plantas eléctricas de emergencia.
“A medida que va llegando la luz a más áreas, el servicio en las farmacias se normaliza lo que esperamos ocurra pronto”, dijo González.
Destacó que es muy difícil para las farmacias comunitarias operar con diésel porque se disparan los costos de operación, lo que erosiona los márgenes de ganancia. INS
ndc