P. Rico-Según la Asociación de Compañías de Seguros, a casi un año de paso del huracán María solo queda por resolver el 4% de las reclamaciones y pagos suman más de tres mil millones de dólares

San Juan, 20 ago (INS).- La directora ejecutiva de la Asociación de Compañías de Seguros (Acodese), Iraelia Pernas, informó hoy que entre sus socios queda el 4% de reclamaciones sin resolver.

Las reclamaciones que aún restan por resolver son las más complejas de adjudicar, debido a que requieren análisis y peritaje para poder “pagar lo justo y razonable, según la póliza del asegurado, indicó Pernas.

Entre los casos que aún restan por resolver, se encuentran las reclamaciones de municipios, agencias del gobierno, grandes comercios y condominios.

“Los procesos se complican cuando hay reclamos sin la documentación acreditativa de la pérdida reclamada o cuando ajustadores públicos demandan el pago de cantidades sin someter prueba del reclamo. Según el Código de Seguros, corresponde al asegurado probar su pérdida. Aun con esas complicaciones, nuestros socios están redoblando esfuerzos para resolver las reclamaciones que aún permanecen abiertas, lo más pronto posible”, subrayó Pernas.

Acodese representa a Antilles Insurance Company, Caribbean American Property Insurance Company (Assurant), Chubb Insurance Company, Cooperativa de Seguros Múltiples de Puerto Rico, Mapfre Praico Insurance Company, One Alliance Insurance Corporation, QBE Seguros, Real Legacy Assurance Company, Simed, United Surety and Indemnity Company (USIC) y Universal Insurance Company.

Pernas indicó que al 31 de julio de 2018, los socios de Acodese han resuelto 96% de las reclamaciones y se han pagado 3,112,360,115 dólares en diez meses, tras el paso del huracán María por Puerto Rico.

“La industria de seguros, al igual que otras entidades públicas y privadas en el país, tuvieron retos excepcionales que enfrentar tras el paso del huracán María. En el caso de los seguros, las compañías han tenido en sus manos la labor de atender cientos de miles de reclamaciones, muchas complejas, en las cuales se han requerido múltiples profesionales para aquilatar su resolución, desde la semana después del paso de María. Ello sin contar las reclamaciones que continúan llegando las cuales no están relacionadas al fenómeno atmosférico”, indicó.

Asu vez, aseguró que muchas compañías de seguros recibieron en tres meses el número de reclamaciones que normalmente reciben en un año.

“Este huracán no tiene precedente en la Isla y está posicionado como uno de los embates atmosféricos más grandes en la historia de los Estados Unidos. Sin perjuicio de ello, la industria de seguros continúa trabajando arduamente para tratar de atender las reclamaciones que aún restan por resolver, a la mayor brevedad”, dijo Pernas.

De acuerdo a cifras reveladas por el Wall Street Journal el pasado 18 de julio de 2018, los aseguradores del estado de Florida, al 12 de junio de 2018, habían resuelto un 91% de las reclamaciones recibidas y más de una tercera parte de los reclamos fueron cerrados sin pago.

Por otra parte, el último desastre de gran magnitud por el que atravesó Puerto Rico fue el huracán Georges, que generó reclamaciones a los aseguradores que resultaron en el pago de 1,200 millones.

El proceso de adjudicación y pago de todas las reclamaciones en Georges tomó dos años.

Igualmente, luego del huracán Katrina, los aseguradores en Estados Unidos les tomó dos años pagar el 99% de las reclamaciones de líneas personales.

Si lo comparamos con el trabajo realizado luego del huracán María, en el cual a los diez meses se ha adjudicado el 96% de las reclamaciones, podemos concluir que el esfuerzo de los aseguradores del país ha sido significativo”, opinó la portavoz.

Pernas indicó que los aseguradores han ofrecido a sus asegurados adelantos en lo que se resolvían sus reclamaciones.

Expuso que los aseguradores no están obligados a ofrecer estos adelantos de pago, “sin embargo se han realizado en aras de agilizar el trámite y contribuir a la más pronta recuperación de los asegurados, adjudicándose aquellos extremos de las reclamaciones sobre los que hay cubierta y que están documentados”.

“Es importante recalcar que, de las lecciones aprendidas luego del paso del huracán María, lo principal es que un gran número de personas no estaban bien aseguradas o entendían que tenían determinada cubierta que realmente no tenían. Es imprescindible que se conozca la importancia de estar adecuadamente asegurado y, de estarlo, se eduquen sobre sus pólizas con su productor de seguros. Tratándose de un producto financiero, es el productor quien vende las pólizas de seguros y a quien corresponde explicar al consumidor los límites de cada póliza, así como asistir al cliente cada vez que se renueve la misma para asegurarse de que los límites sean razonables y a tono con las necesidades de ese consumidor”, aseveró.

Añadió que “la experiencia del huracán María nos ha develado que ese ejercicio no se ha realizado a cabalidad en muchos casos, pues el asegurado tenía expectativas de ciertas cubiertas que nunca contrató o, en otros casos, desconocimiento sobre el funcionamiento de la cláusula de deducible y sus implicaciones. El productor no puede limitarse a vender el seguro, cobrar su comisión y después seguir renovando la póliza de año en año”.

Al respecto, acotó que “posiblemente, entre las 237,071 reclamaciones que han recibido los miembros de Acodese al 31 de julio, hay un número sustancial de reclamaciones en las que no hay cubierta para lo reclamado y el asegurado lo desconocía. Esas reclamaciones se cierran sin pago”.

La directora ejecutiva también exhortó a que se promueva legislación que facilite a los aseguradores comenzar operaciones, luego de un desastre natural.

“Al igual que el resto del país, los aseguradores también se vieron seriamente afectados en sus operaciones luego del huracán María. Entre los problemas que enfrentaron los aseguradores, estuvo la falta del servicio de energía eléctrica, que les requería operar con generadores y, por ende, con diésel. Sin embargo, las compañías no tenían fácil acceso al combustible. A ello se le suma que, por razones de seguridad, luego del huracán María se estableció un toque de queda, lo que limitó las horas de trabajo de los aseguradores, ya que sus empleados no estaban exentos del mismo”, informó.

Igualmente, señaló que “los aseguradores se vieron obligados a contratar ajustadores extranjeros, pues había escasez ajustadores licenciados provenientes de Estados Unidos. Los vuelos a Puerto Rico se limitaron y estaban llenos de personal de respuesta federal. Asimismo, no había cupo en hoteles, limitándose su disponibilidad a solo tres o cuatro hoteles importantes en el área metro”.INS
lp