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Santo Domingo, 16 ago (INS).- Los dominicanos festejan hoy con varios actos el 155 aniversario de la gesta de la Restauración de la República, acción bélica librada contra España y que encabezó el general Gregorio Luperón en Santo Domingo desde 1863 hasta 1865.
Este acontecimiento ocurrió 19 años después de la declaración en 1844 de la Guerra de Independencia contra Haití y 42 años después de que los habitantes de la parte oriental se declararan independientes de España.
El 16 de agosto de 1863, un nuevo grupo bajo el liderazgo de Gregorio Luperón y Santiago Rodríguez hizo una audaz incursión en el cerro de Capotillo, provincia Dajabón (noroeste del país) e izaron la bandera tricolor dominicana. Esta iniciativa, conocida como el Grito de Capotillo, fue el comienzo de la guerra.
Una ciudad tras otra en el Cibao se unieron a la rebelión, y el 13 de septiembre, un ejército de 6,000 dominicanos se atrincheró en la Fortaleza San Luis, en Santiago, según reseña de los historiadores nacionales.
Los rebeldes establecieron un nuevo gobierno al día siguiente, con José Antonio ¨Pepillo¨ Salcedo como presidente, e inmediatamente calificó al general anexionista Pedro Santana, que era líder de las fuerzas españolas, y ahora considerado como traidor.
Salcedo intentó pedir ayuda a los Estados Unidos, pero fue rechazada. El conflicto terminó con la victoria dominicana y la retirada de las fuerzas españolas del país.
Aunque muchas ciudades dominicanas y la agricultura en todo el país fueron destruidas (a excepción del tabaco) durante los combates, la Guerra de Restauración trajo un nuevo nivel de orgullo nacional a la República Dominicana.
“La victoria quisqueyana también le demostró a los cubanos y puertorriqueños que España podía ser derrotada. Por otro lado, en la política local, el liderazgo durante la guerra se concentró en las manos de pocos caudillos regionales, quienes podían ordenar la lealtad de las regiones. Este sistema de poder político se mantuvo hasta finales del siglo XX”, indican los textos levantados por los diferentes historiadores.
Remarcan que política criolla se mantuvo inestable durante los próximos años. Pedro Antonio Pimentel fue presidente durante sólo cinco meses antes de ser reemplazado por José María Cabral.
Cabral, a su vez fue derrocado por Buenaventura Báez en diciembre de 1865, pero retomó la presidencia en mayo de 1866.
Sus negociaciones con los Estados Unidos sobre la posible venta de la tierra alrededor de la Bahía de Samaná resultaron ser tan impopulares que Báez fue capaz de recuperar la presidencia una vez más en 1868.
En las relaciones dentro de la isla, la guerra marcó un nuevo nivel de cooperación entre Haití y la República Dominicana.
Hasta entonces, Haití había considerado la isla de La Española como “indivisible” y había intentado, sin éxito, conquistar la mitad oriental varias veces en el pasado.
La guerra obligó a Haití a darse cuenta de que este objetivo era esencialmente inalcanzable, y fue sustituido por años de disputas fronterizas entre los dos países.
El 16 de agosto se conmemora un día de fiesta nacional en la República Dominicana, así como en ocasiones el día que el presidente dominicano es juramentado en su cargo cada cuatro años. INS
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