R. Dominicana-Mesa Nacional para las Migraciones pide el cese de la violencia contra haitianos indocumentados

Santo Domingo, 13 mar (INS).- La Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados en República Dominicana (Menamird), lamentó este martes el asesinato de esposos Julio Reyes y Neyda Feliz, en Pedernales (suroeste), por cuyo crimen responsabilizan a tres haitianos que salieron huyendo a su país.
Menamird rechazó toda acción violenta contra grupos de extranjeros y explicó que lo que sucede en Pedernales “es un efecto del discurso xenófobo que expresan algunos religiosos y de opinión pública en contra de los extranjeros en el país, sobre todo en contra de haitianos”.
“Ningún grupo o sector tiene derecho a hacer justicia por su propia mano, somos de opinión de que las autoridades civiles, policiales y judiciales investiguen lo ocurrido y sometan a la justicia  a los culpables”, indicó el grupo pro migrantes.
Valoraron que el ministro de Defensa, Rubén Darío Paulino Sem, haya enviado militares y policías a mantener la seguridad y la paz en dichas comunidades.
Tras la muerte de la pareja dominicana, ambos agricultores, se originaron enfrentamientos violentos entre dominicanos y haitianos, acción que motivó la intervención de las autoridades civiles, militares y policiales del lugar, quienes ya se han reunido con los promotores de las protestas en aras de preservar el orden público.
Los quisqueyanos dieron como plazo hasta las 10:00 de la mañana de este martes a los extranjeros que residen en la comunidad de Pedernales para que abandonen la zona pacíficamente, o de lo contrario “serán sacados a la fuerza de la población y enviados a su país”, según informaron a periodistas los organizadores de la protesta.
Para evitar consecuencias graves, el presidente dominicano, Danilo Medina, ordenó el reforzamiento de tropas de élite militares y un contingente de policía en la provincia localizada a 306 kilómetros (190 millas) de Santo Domingo y a tres kilómetros (1,8 millas) de la franja fronteriza haitiana de Anse-à-Pitres, un punto utilizado con frecuencia por esos extranjeros para penetrar hacia la nación quisqueyana.
Los directivos de Menamird consideran injusto que todos los haitianos paguen por el hecho de algunos, puesto que no todos son “delincuentes ilegales”, y que también hay una migración que está legal y es trabajadora en República Dominicana.
Asimismo, lamentaron las declaraciones del sacerdote Alejandro Cabrera, capellán de la Policía Nacional, y del presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evángelica (Codue), pastor  Fidel Lorenzo, “ambos representantes de Jesucristo y que tienen un discurso antiinmigrante, de corte racista y xenófobo, contradiciendo la misma naturaleza del evangelio”.
Se recuerda que el 18 de julio de 2017, esa organización denunció alegadas deportaciones masivas de haitianos de parte del Gobierno quisqueyano, en cuyas redadas se ha detenido a inmigrantes regularizados.
En esa ocasión, el coordinador nacional de la institución, Willian Charpantier, dijo que en las redadas que incluyen a inmigrantes regularizados se divide a las familias, además de que en las mismas “se cometen maltratos, muchas veces físicos”.
Charpantier afirmó que el incremento de las deportaciones “está movido por el odio racial y la xenofobia contra los haitianos y que para ello argumentan que existe una inacción y que la patria está en peligro”.INS
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