P. Rico-Exigen al gobierno a no continuar promoviendo la construcción en áreas vulnerables tras el paso del huracán María

San Juan,23 oct (INS).- Miembros de la comunidad científica y profesional de la Isla exigieron al gobierno de Puerto Rico que tome “acciones específicas y contundentes” para descontinuar la política de fomentar la construcción de edificaciones en lugares vulnerables a procesos naturales con potencial destructivo.
Según señalaron, los efectos de esta práctica quedaron evidenciados tras la devastación sufrida por cientos de miles de personas tras el paso de los huracanes Irma y María sobre el país.
“La construcción de proyectos mal concebidos y permitidos irresponsablemente en áreas sujetas a inundaciones, marejadas y deslizamientos de terrenos, según hemos advertido por años o décadas, ha tenido como desenlace y en gran medida, el desastre que estamos viviendo, colocando a la inmensa parte de la población en una situación de inestabilidad económica y social extrema, sin precedente en nuestra era moderna. Los funcionarios de la administración gubernamental actual, por lo tanto, tienen el deber de empezar por reconocer y no repetir los errores cometidos en el pasado, si intentan encaminar la recuperación de Puerto Rico hacia uno más resiliente y sostenible,” afirmó José Molinelli Freytes, geomorfólogo y experto en asuntos sobre amenazas naturales.
En tal dirección se expresó el planificador y científico ambiental Luis Jorge Rivera Herrera: “El gobierno debe dar indicios concretos de haber aprendido las lecciones de los huracanes Irma y María, empezando por rechazar el proyecto de la planta de incineración de Energy Answers, cuya ubicación propuesta está sujeta a la fuerza de las corrientes del Río Grande de Arecibo”.
El ganador del Premio Ambiental de la Fundación Goldman, considerado internacionalmente como el “Premio Nobel” por esfuerzos asociados a la conservación del medio ambiente, agregó que “sería sumamente insensato permitir entonces este proyecto industrial en un área reconocida como de vulnerabilidad extrema, máxime cuando tendría el potencial de contaminar toda esa costa con toneladas de residuos sólidos y cenizas durante una inundación mayor como la del Huracán María”.
El paso de los huracanes Irma y María puso en evidencia la función que proveen los bosques y otras áreas naturales para el sostenimiento y desarrollo de Puerto Rico, según señaló Elvira Cuevas, directora del Instituto para el Estudio de Ecosistemas Tropicales de la Universidad de Puerto Rico (UPR), recinto de Río Piedras.
“Ha quedado demostrado nuevamente, como las reservas naturales, los refugios de vida silvestre, los bosques estatales y diversos ecosistemas, constituyen un recurso vital para el sostenimiento de nuestra sociedad. Las comunidades de Punta Santiago en Humacao y aquellas en el llano costero entre Arecibo y Barceloneta, pudieron resultar más afectadas de no haber sido por la Reserva Natural de Humacao y la Reserva Natural del Caño Tiburones, respectivamente, cuyos humedales ayudaron a almacenar y con ello amortiguar, el impacto de las inundaciones en estas dos áreas”, explicó.
Para la experta, “ha sido notable también como los ciudadanos han podido abastecerse de agua provenientes de manantiales en la región del karso y el interior montañoso, tras haber tomado las medidas sanitarias de rigor. Esto, gracias a la cobertura forestal de estas regiones, evitando quedarse sin el preciado líquido tras haber fallado el sistema de distribución de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados”.
En tanto, Ruperto Chaparro, director del Programa Sea Grant de la UPR en el Colegio de Mayagüez, hizo referencia al estado en que quedaron las playas de los sectores de Córcega, Barrero y Parcelas Estela de Rincón tras el paso del huracán María.
“Las playas de este municipio, que son el principal activo de su economía basada en el turismo y la recreación marina, están ahora llenas de pedazos de verjas, portones, serpentinas con navajas, varillas y columnas de cemento pertenecientes a edificios construidos y autorizados, sorprendentemente, por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y la Junta de Planificación”, acusó.
El exmiembro de la Junta de Playas de Puerto Rico añadió que ambas agencias tienen el deber de gestionar y obligar a los dueños de estas estructuras a remover estos escombros, ya que representan un peligro a la seguridad de las personas.
“El Departamento tiene la responsabilidad de ejecutar sin dilaciones el saneamiento del litoral costero de Puerto Rico y evitar la reconstrucción de estas estructuras tanto en Rincón como en la Parguera. Este último lugar es uno emblemático, donde numerosas personas durante décadas se han apropiado ilegalmente de la zona marítimo terrestre para construir sus casas de veraneo, destruyendo los manglares que proveen protección contra la erosión del mar mientras privan al resto de los ciudadanos del disfrute de esta franja costera”, señaló el científico.
Aurelio Mercado, catedrático de la UPR en Mayagüez, hizo saber del colapso parcial del condominio Ocean Club en Rincón, luego de que las olas provocadas por el huracán María terminaran de socavar la base del edificio construido frente al mar.
Según señaló el oceanógrafo, los cimientos de otros complejos de apartamentos en la costa de este municipio se encuentran en una situación similar tras el gobierno haber autorizado su construcción en o contiguo a la playa, y por lo tanto, en terreno sujeto al embate frecuente del mar.
“Es importante mencionar que la erosión e inundaciones costeras son solo el principio de lo que serán muchos más casos como consecuencia del aumento acelerado del nivel del océano registrado en Puerto Rico, asociado al cambio climático”, comentó.
El especialista enfatizó, además, sobre la necesidad de exigir y velar por que se mantenga libre de estructuras, una franja de separación o retiro del mar para cualquier edificación construida cerca a la costa en el futuro.
Mercado se ha distinguido por haber asesorado al DRNA, a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (FEMA, siglas en inglés) y al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos en la preparación de mapas de desalojo, penetración de marejadas ciclónicas y áreas costeras de Puerto Rico afectadas por el aumento en el nivel del mar desde la década de 1990.
Las expresiones fueron hechas en una conferencia de prensa, a diez años de la firma de una declaración hecha al gobierno y los ciudadanos por cerca de 200 miembros de la comunidad científica y académica puertorriqueña radicada en el país y el exterior.
En declaración, urgían a tomar acciones inmediatas en relación al aprovechamiento de los recursos naturales y los suelos, con el fin de reducir y mitigar los impactos de huracanes más intensos pronosticados en ese entonces, entre otros fenómenos naturales, como consecuencia del cambio climático.INS
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