P. Rico-Coronavirus/Dilema sobre las distintas vacunas contra el Covid-19 se manifiesta intensamente en Israel

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 20 nov (INS).- El hospital de Hadasa Ein Karem, en Jerusalén, va camino de convertirse en un laboratorio de pruebas y distribuidor regional de la vacuna anti-Covid-19 rusa, Sputnik V.

Mientras el Gobierno israelí ha anunciado que está negociando la compra también de las vacunas de las farmacéuticas Moderna y Pfizer de Estados Unidos, lo que convenció al director del hospital, Zeev Rotstein para empujar a Israel a negociar la adquisición de la inyección rusa se debe al hecho de que es una vacuna Vector, lo que significa que utiliza tecnología tradicional para aprovechar las instrucciones genéticas de un virus animal inofensivo, con el fin de pasarlas a las células humanas.

Las otras dos vacunas candidatas, la de Pfizer y la de Moderna, utilizan tecnología innovadora mRNA, pero hasta ahora no comprobada en la práctica médica.

Rotstein cree que Israel debería tener una provisión de diversas vacunas, tanto con la tecnología convencional como con la pionera.

Él ha manifestado públicamente en diversas ocasiones su entusiasmo por la vacuna rusa e informó que había firmado un memorándum de entendimiento, primero, y después un contrato: “Lo que significa que seremos un centro de distribución de la vacuna, probablemente no solo para Israel, sino para toda la zona”, aseguró Zeev Rotstein al diario Haaretz.

Rotstein quiere, además, lograr algo osado: que Israel apruebe independientemente la vacuna sin esperar el permiso de las organizaciones internacionales tradicionales, particularmente de la Administración de medicamentos y alimentación estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés). Para acelerar el proceso y también porque cree que la FDA dará prioridad a las vacunas estadounidenses frente a la rusa.

Dice confiar en todo el proceso por conocerlo de primera mano: en Moscú hay un hospital que opera bajo supervisión de Hadasa y trabaja con los ensayos clínicos: “Hadasa está representada en Moscú. Hemos participado en la fase 3 de los ensayos clínicos y nuestro equipo vio con sus propios ojos que a los voluntarios no les salieron cuernos”, dijo en una entrevista con el diario israelí.

Hadasa, de capital privado pero cuyos pacientes son financiados principalmente por el erario público, sufrió una crisis financiera en 2014 de la que aún no se ha recuperado, y algunos de los críticos del entusiasmo por Sputnik V sospechan que Rotstein está anteponiendo consideraciones económicas a las sanitarias.

Rotstein indicó que la prioridad en la inoculación serán las personas que lo necesiten de manera más urgente, incluyendo población en riesgo y sanitarios, y que después de ellos la vacuna sería ofrecida al público general en un sistema de pago por dosis. “Vivimos en un país capitalista, tenemos que financiar lo que hacemos, y la vacuna será otra actividad médica”, dijo Rotstein al diario Times of Israel.

Hadasa ha comunicado además que pretende hacer la compra con dinero de inversores y que la adquisición no afectará a los costes operativos del centro.

Rotstein indicó que desde hace meses preveía que Rusia sería el primer país en lograr el compuesto anti-Covid y que era preferible avanzar con un acuerdo privado hasta que el Gobierno israelí decidiera emprender negociaciones con el país euroasiático.

En efecto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, habló con el presidente ruso, Vladímir Putin, sobre la posibilidad de la compra de vacunas cinco días después de la divulgación de los datos iniciales que sugerían que la Sputnik V era eficaz en un 92%. INS

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