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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 1 oct (INS).- A unas pocas horas de que la gobernadora Wanda Vázquez Garced anuncie lo que se anticipa será una extensión por dos semanas más de la presente Orden Ejecutiva, nada parece moverse proactivamente en el gobierno de Puerto Rico en la batalla contra el Covid-19, mientras la propagación del nuevo coronavirus avanza indeteniblemente.
No es visto por algunos como cónsono que la Orden Ejecutiva se mantenga igual por dos semanas más, en tanto que el Covid-19 sigue propagándose en Puerto Rico de manera creciente y hasta podría decirse que descontrolada.
No habiendo una vacuna confiable en el mundo todavía, en Puerto Rico las autoridades parecen apostar a que la situación con el Covid-19 se normalice poco a poco con el tiempo en espera de una inmunidad comunitaria o de “rebaño” como comúnmente se le denomina.
El problema es que esperar por esa inmunidad comunitaria para que la situación con el nuevo virus se estabilice es un tanto criminal, debido a la vulnerabilidad de sectores de la población, principalmente entre las personas de avanzada edad o con ciertos padecimientos de salud.
Las muertes por el Covid-19 se anticipa incrementarán alarmantemente en espera de esa normalización que se tendría con una inmunidad comunitaria o de una vacuna que inmunice exitosamente a gran parte de la población.
Se apuesta a que la ciudadanía cobre mayor conciencia sobre el uso de la mascarilla profiláctica que cubre boca y nariz, al control del gregarismo y al distanciamiento físico entre las personas en lugares públicos, así como a ciertas precauciones en el propio hogar.
No se visualizan significativos avances preventivos a la propagación del virus por parte de las autoridades gubernamentales y la suerte sobre el futuro acerca de la propagación en la población del Covid-19 depende de las medidas cautelares individuales de la ciudadanía. INS
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