P. Rico-Coronavirus/Ombudsman confía en que la solidaridad ciudadana sea el arma más efectiva para combatir la pandemia

San Juan, 13 sep (INS).- Luego de la reapertura de todos los sectores comerciales y del gobierno, el ombudsman de Puerto Rico, Edwin García Feliciano, espera que sea la presión social la que eduque a la ciudadanía sobre la importancia de atender las medidas de distanciamiento social y salubridad para contener el contagio de Covid-19.

“Es una nueva manera de medir la solidaridad. Si un consejo, una alerta de precaución y hasta una amonestación puede crear el ambiente para salvar vidas, pues nos toca a cada cual asumir nuestro rol en defensa de Puerto Rico”, conminó el funcionario.

Para García Feliciano, cada ciudadano tiene la responsabilidad de educar con su comportamiento personal, consejo y llamada de alerta a su familiar, compañero de trabajo y vecino, acerca de que usar la mascarilla, lavarse constantemente las manos y mantener seis pies de distancia, sí salva vidas.

“Este es un proceso que requiere madurez de todos. De cada uno de nosotros depende que no haya que regresar a medidas extremas de ‘lockdown’, confinamiento y toque de queda. Está en nuestras manos ciudadanas promover el cumplimiento de normas que protegen nuestra vida personal y colectiva”, aseguró.

Aunque el procurador del Ciudadano reconoció que el gobierno debe utilizar todos los mecanismos a su alcance para salvar vidas y proteger a la ciudadanía de males mayores, insistió en que la acción afirmativa ciudadana puede sustentar una diferencia de resultados positivos.

En ese sentido, destacó que cada ciudadano debe ser el custodio de que se cumplan las normas fijadas para bajar la curva de contagio y preservar vidas, siendo proactivo en recordarle de manera constante a cada persona que hay que atender las directrices salubristas.

“Es un llamado a protegernos todos. Mi responsabilidad es velar por la seguridad y el bienestar de mi familia y de los míos. Pero para hacerlo tengo que ser consciente de que debo alertar al prójimo cuando su conducta es perniciosa para él, pero que también puede ser perjudicial para los míos y el resto de la sociedad. Y tener la madurez para aceptar que sea el prójimo quien me alerte a mí”, explicó. INS

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