P. Rico-Coronavirus/Estadísticas de contagios de Covid-19 y la determinación de una fase de reapertura económica (análisis)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 12 jun (INS).- La realidad que se hace muy difícil de ocultar con el nuevo reacomodo de las estadísticas oficiales del Departamento de Salud es que hoy sigue siendo alarmantemente alta la cifra reportada de contagios indetenibles a Covid-19.

Asciende la totalidad de casos de infecciones al virus a la preocupante cifra de 184, que ahora se divide en 144 positivos probables de pruebas serológicas y 40 positivos confirmados de pruebas moleculares. Empero, no dejan de ser 184 casos positivos en total.

Con estas nuevas cifras, el total de infecciones a Covid-19 global desde que se comenzó a detectar la nueva enfermedad viral en Puerto Rico se eleva a 5,536, subdividida ahora también en dos totales: 1,443 casos positivos confirmados y 4,093 positivos probables.

Las dos muertes de “probabilidad causal” por Covid-19, coloca la cantidad de fatalidades ocasionadas por el virus en 146. No obstante, otra vez se divide la cifra reportada de decesos en 56 muertes confirmadas a consecuencia de Covid-19 y 90 que son muertes probables que ocasionó la infección al virus.

Dentro de todo este mejunje estadístico, se anuncia por la gobernadora Wanda Vázquez Garced en la tarde de ayer la nueva fase tan esperada por muchos de continuar flexibilizando las restricciones de protocolos salubristas a las actividades comerciales en el país y a la permisión de ingreso al público al comercio y a las actividades deportivas y de entretenimientos ahora consentidas con la nueva laxitud. Igualmente se acorta el período diario del toque de queda, que ahora comenzará a las 10:00 de la noche.

No es conveniente seguir prolongando el cierre de la economía por más tiempo y ya se hacía necesario la reapertura, argumentan los defensores de la determinación de la mandataria. Tras ese matiz economicista, subyace una cierta tendencia a relegar la salud colectiva del pueblo a un plano subordinado de probabilidades a esperar lo que pudiera terminar sucediendo con un acuciado retorno a la cotidianidad en la economía por temor a daños permanentes en ella por la continuidad de las restricciones salubristas.

Es cierto que no debe prolongarse una permanencia del cierre preventivo a las actividades económicas, pero el problema estriba en cuán rigurosamente científico son las opciones de reapertura en los diferentes sectores de la economía.

Se traslucen criterios más bien de conveniencia politiquera y no de una rigurosidad gubernativa de Estado en el preámbulo de unas primarias internas del partido advenido al control de la administración gubernamental y de unas elecciones generales en noviembre próximo con esta flexibilización a un retorno acelerado a la cotidianidad tendiente más bien a complacer a intereses económicos y a un sector de la opinión pública.

Una reapertura económica requiere más rigor científico del que se ha carecido hasta este momento, es lo que no pocos observan de este proceso con un cariz un tanto forzado, a juzgar por las estadísticas sobre una indetenible curva ascendente de contagios en el país.

Ciertamente, el temor no debe paralizar al país. Empero el rigor científico de carácter salubrista es el criterio que debe prevalecer en la necesidad de una reapertura económica bajo las actuales circunstancias. INS

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