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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 14 may (INS).- El gigante farmacéutico Sanofi primero dijo que daría el privilegio de la primicia de una vacuna contra el Covid-19 a Estados Unidos, debido a su inversión de dinero de sus arcas públicas donados a la empresa para las investigaciones y desarrollo de la inmunización bioquímica.
Con sede en París, Sanofi recibió fondos del gobierno de Estados Unidos para desarrollar una vacuna para Covid-19. Como resultado, Sanofi había indicado que Estados Unidos tendría “el derecho al pedido anticipado más grande porque está invertido en asumir el riesgo” , dijo a Bloomberg News el CEO de la compañía, Paul Hudson.
El gobierno francés ha disputado esta línea de razonamiento, insistiendo en que ninguna nación debe tener prioridad una vez que se crea la vacuna.
La ministro de Economía y Finanzas de Francia, Agnes Pannier-Runacher, ha instando a la empresa a poner el tratamiento a disposición de todos los países. “Para nosotros, sería inaceptable que haya un acceso privilegiado para este o aquel país con un pretexto que sería un pretexto financiero”, dijo Pannier-Runacher durante una entrevista de radio el jueves.
Aparentemente, la compañía ha alterado su posición original, explicando que será la producción en suelo estadounidense la que se destinará al mercado estadounidense.
En su cambio de postura ante las críticas, ahora dice que la vacuna también se fabricará en Francia y se pondrá inmediatamente a disposición de Europa. El jefe de Sanofi France insistió en que si se descubre un medicamento efectivo, estaría “disponible para todos”.
La prisa por crear un tratamiento efectivo contra Covid-19 ha llevado a la preocupación de que algunos países, especialmente las naciones menos desarrolladas, puedan quedarse atrás para luchar por sí solos con la pandemia.
Los residentes del Reino Unido han recibido prioridad para una vacuna experimental desarrollada por la Universidad de Oxford, según AstraZeneca, que fabricará la inmunización inyectable.
La lucha global contra Covid-19 ha expuesto grietas en la alianza transatlántica entre Washington y sus socios europeos. En abril, los funcionarios franceses acusaron a los Estados Unidos de secuestrar envíos de equipos de protección personal (EPP) al repartir dinero en efectivo a China en el último minuto, desviando suministros muy necesarios que originalmente estaban destinados a Europa. INS
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