P. Rico-Campaña para la erradicación del maltrato contra adultos mayores, tras reportarse 154 cargos contra personas que cometieron negligencia, amenaza, explotación financiera o fraude con ancianos

San Juan, 22 abr (INS).- La fiscalía federal, en colaboración con el Departamento de Justicia, Familia, la Oficina del Procurador de Personas de Edad Avanzada y AARP Puerto Rico, se unieron para crear una campaña de educación y erradicación del maltrato en beneficio para las personas de edad avanzada y el público en general.

La campaña de servicio público llamada “El abuso no se ignora. La indiferencia es maltrato” busca crear conciencia sobre el maltrato a los adultos mayores y sus distintas modalidades, además de dar a conocer la línea directa del Departamento de la Familia para reportar casos o sospecha de maltrato.

Asimismo, se pretende enfatizar que detener y denunciar el maltrato a personas mayores es responsabilidad de todos.

También invita al público a proveer información de manera confidencial a las autoridades de ley y orden, tanto a nivel federal como estatal.

Esta campaña de educación es el resultado de los esfuerzos conjuntos de agencias federales, estatales, empresa privada, AARP de Puerto Rico y los medios de comunicación. Agradecemos a todos los que colaboraron para lograr este lanzamiento. Es responsabilidad de todos prevenir y reportar el maltrato de nuestros adultos mayores. Juntos los podemos proteger”, manifestó la fiscal federal Rosa Emilia Rodríguez Vélez.

Mientras, la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez Garced, comentó que “fiscales del Departamento de Justicia han radicado 154 cargos contra individuos que cometieron maltrato, negligencia, amenaza, explotación financiera o fraude contra personas de edad avanzada en el último año. Sabemos que hay más situaciones y queremos que todas se reporten para poder procesarlos y proteger a las víctimas. Confiamos que esta campaña creará conciencia para que los casos se denuncien y que, mejor aún, ayude a prevenir que ocurran casos de maltrato contra personas de edad avanzada”.

La secretaria de Familia, Glorimar Andújar Matos, indicó que entre los programas de asistencia disponibles para los adultos mayores están servicios a adultos, cuidado sustituto de adultos, servicios de auxiliares en el hogar, actividades múltiples para personas de edad avanzada, servicios de protección, prevención del maltrato a personas de edad avanzada y adultos con impedimentos, así como programa de apoyo y orientación para abuelos y abuelas en la crianza de nietos y la mentoría con abuelos adoptivos.

El maltrato y la negligencia de nuestros adultos mayores sucede con mayor frecuencia de lo que se denuncia. Puede ocurrir por una omisión o una acción que resulta en un daño que pone en peligro su bienestar y seguridad. Situaciones como condiciones de salud física o mental los colocan en un estado de vulnerabilidad que requiere nuestra intervención inmediata. Por lo que exhortamos a familiares y a la comunidad a estar alertas y denunciar cualquier situación a la línea disponible las 24 horas, llamando al 787 749-1333”, indicó Andújar Matos.

En tanto, José Acarón, director estatal de AARP de la Isla, expresó que “esta iniciativa es urgente para concienciar a todas las generaciones de que no se puede atentar contra la dignidad del adulto mayor, ni de nadie. Las personas mayores tienen derecho y potestad de tomar sus decisiones y de vivir su vida sin ser coartada, minimizada, ni utilizada para beneficio de otros. Los mayores son un activo social pero no una máquina de dinero en efectivo ATH, ni son una propiedad de nadie, aunque sean familia”.

Sobre la problemática, Carmen Delia Sánchez Salgado, Procuradora de la Oficina del Procurador de las Personas de Edad Avanzada, indicó que la población de edad avanzada en Puerto Rico es objeto de marginalidad y prejuicio, acciones ambas que llevan al aislamiento y a la indiferencia.

Las poblaciones marginadas están expuestas a vulnerabilidad conducente en muchas ocasiones a maltrato. El problema no es específicamente la marginalidad o la exclusión hacia una población vieja, sino la sociedad que lo permite. Vivimos en una sociedad que se torna indiferente hacia el maltrato y que lo consiente. Por otro lado, a pesar de que la mayoría de las personas de edad avanzada viven en escenarios familiares, es precisamente dentro del seno de estos escenarios que toma lugar el abuso y maltrato hacia estos. Es responsabilidad ciudadana denunciar sospecha y acciones de maltrato hacia esta población”, declaró.INS
lp