R. Dominicana-Policía Nacional alega que no ha recibido denuncias de la participación de sus agentes en actos de violación a las trabajadoras sexuales

Santo Domingo, 29 mar (INS.-La jefatura de la Policía Nacional se defendió este viernes del informe de Amnistía Internacional que denuncia la participación de agentes en habitualmente actos de violación, golpeaduras, humillaciones e insultos a las trabajadoras sexuales para ejercer un control social sobre ellas y castigarlas por transgredir las normas sociales sobre sexualidad y femineidad aceptables.

La Policía alegó que no tiene querellas por parte de trabajadoras sexuales y transgéneros, de haber recibido maltratos de parte de sus agentes, tal como reveló el organismo internacional en una rueda de prensa en Santo Domingo. 

Dijo que si no hay quejas en ese sentido, no pueden actuar en consecuencias. “Nosotros investigamos o por una denuncia formal o de oficio”, aclaró la institución a través de su vocero, el coronel Frank Durán Mejía.

Sin embargo, indicó que  a partir de ayer se dispuso una investigación con relación al informe y que hay dos casos registrados de denuncias de esa índole, “uno en Santiago y otro en la Zona Colonial y eso hace aproximadamente más de un año, y los policías fueron sancionados de acuerdo a los reglamentos”.

Amnistía reveló que los uniformados dominicanos agreden verbal y físicamente a esas mujeres e incluso las obligan bajo amenazas a sostener relaciones sexuales en lugares oscuros y en la parte trasera de las camionetas utilizadas en labores de patrulla.

Al menos 10 de las 24 mujeres cisgénero que fueron entrevistadas para este informe (aquellas personas que se identifican con el género con el que nacieron) declararon haber sido violadas por policías, a menudo a punta de pistola. La mayoría de las mujeres transgénero también habían sufrido a manos de la policía actos discriminatorios y violentos (normalmente centrados en su identidad o expresión de género) que podrían constituir tortura u otros malos tratos”, agregó.

Conforme a la denuncia, de las más de 97 mil damas cisgénero y cinco mil transgénero que ejercen el trabajo sexual en la República Dominicana, cerca del 89% de las mismas han recibido maltratos físicos y verbales, acción que la organización catalogó como una tortura en el marco del derecho internacional

Amnistía Internacional pidió al presidente Danilo Medina que reconozca públicamente, condene el uso de la violación u otras formas de tortura y malos tratos por motivos de género de parte los agentes, y solicitó a la Procuraduría General de la República que elabore un protocolo para la investigación de posibles casos de este tipo.

¿Si ellos pueden tenerla, por qué uno no?”, expone el organismo sobre las historias de 46 quisqueyanas, muchas de las cuales denunciaron “haber sufrido diversas formas de violencia, gran parte de la cual constituye tortura y otros malos tratos infligidos por motivos de género”.

Precisa que la criminalización de ese segmento social, combinada con el profundo machismo, “alimenta las detenciones arbitrarias a manos de la policía y permite que estas graves violaciones de derechos humanos se cometan impunemente”.

Indicó que “los escalofriantes testimonios” que ha recopilado en República Dominicana revelan que la Policía Nacional toma como blanco a las mujeres que venden sexo y les inflige abusos sexuales y humillación con el propósito de castigarlas y discriminarlas y destaca que en virtud del derecho internacional.

La entidad afirma que entrevistó a múltiples damas que describieron cómo habían sido violadas por grupos de agentes armados y uniformados en circunstancias similares “en plena noche, en esquinas oscuras, y a menudo en la parte trasera de vehículos policiales”.

Apunta el informe que la impunidad por la tortura sexual es lo normal y República Dominicana no recopila datos que ayudarían a determinar el alcance y la gravedad del problema de la tortura y los malos tratos por motivos de género a manos de la policía, “y esa recopilación es un paso fundamental para combatir esa grave violencia y hacer rendir cuentas a quienes la perpetran. Esta impunidad alimenta la normalización de esos delitos por parte de las autoridades, así como, en algunos casos, por parte de las propias víctimas”.

Remarca que las autoridades nacionales rara vez se toman en serio las denuncias de las personas que ejercen trabajo sexual. Una mujer dijo a Amnistía Internacional: “Si tú vas al destacamento a levantar una denuncia, lo que te tratan es como puta. No te hacen caso. No te prestan atención”. INS

mv