R. Dominicana-Genera fuertes debates mediáticos en el país proyecto que obligaría la lectura de la Biblia en los centros educativos (crónica)

Santo Domingo, 20 oct (INS).- La sugerencia de aprobar en el Congreso Nacional un proyecto de resolución que plantea exigir al Consejo Nacional de Educación el cumplimiento de la Ley No. 44-00 que establece la imposición obligatoria de la lectura de la bíblica en las escuelas públicas, ha generado fuertes debates mediáticos en el país.

Esos intentos fueron enfrentados de inmediato por la diputada opositora Faride Raful, representante del Partido Revolucionario Moderno (PRM), quien calificó de inconstitucional la iniciativa en el entendido de que el ciudadano tiene todo derecho de elegir su religión como lo establece la Constitución dominicana.

La posición de la legisladora produjo lluvias de críticas y se convirtió en viral a través de los diferentes medios de prensa y las redes sociales donde surgieron comentarios a favor y en contra del proyecto.

Valoro la Biblia, como fuente de conocimiento y sabiduría, como testimonio de existencia de un ser irrepetible como lo fue Jesús. Soy católica y gracias a Dios tuve la opción de elegir la religión que yo quería para mí y para mi hijo. Un derecho que debe respetársele a todo ciudadano y no imponérsele. #Ley4400″, dijo la congresista.

La diputada explicó que como legisladora tiene un compromiso de que la Constitución sea respetada, pero que hoy día los seres humanos se han vuelto intolerantes y atacan a quienes creen que tiene alguna diferencia.

Las críticas formuladas por Faride Raful fueron respaldadas por las organizaciones religiosas Alianza Cristiana Dominicana (ACD) y Católicas por el Derecho a Decidir República Dominicana (CDDRD), así como por otros sectores de la sociedad.

En ese sentido, las personas católicas, bautistas, episcopales, evangélicas, metodistas y pentecostales que pertenecen a estas entidades explicaron que la Carta Magna consagra la libertad de cultos o libertad religiosa (artículo 45), “por lo tanto, contraviene sus preceptos el que sea el mismo Estado que imponga un libro religioso desde la escuela”.

Nuestro Estado es aconfesional y establece la libertad religiosa de las personas, lo que significa que el Estado, no tiene religión. La alusión a la presencia de la biblia en los símbolos patrios llama, precisamente, a que fue puesta en época de la creación del Estado dominicano, cuando no se había definido el carácter de libertad religiosa y sería un buen momento para rehacer esos símbolos sin alusiones religiosas”, explicaron los católicos.

Manifestaron que “imponer una visión del mundo particular y que corresponde, en este caso, a la espiritualidad y religiosidad de las personas, corresponde al ámbito privado, no es del ámbito del legislativo”.

Ambas organizaciones aclararon que la Ley 44-00 pertenece a un ordenamiento jurídico constitucional que no se corresponde con el actual.

Recuerdan que la Constitución vigente, del 26 de enero de 2010, modificada el 13 de junio de 2015, establece que la República Dominicana es un Estado social y democrático de derecho, “que le da rango constitucional a los derechos civiles, que incluyen el respeto a la dignidad humana y los derechos fundamentales (Art. 7, 38), el derecho a la igualdad (Art. 39), el derecho al libre desarrollo de la personalidad (Art. 43), la libertad de conciencia y de cultos (Art. 45) y la libertad de expresión (Art. 49)”, señalaron.

Remarcaron en que “la lectura de un texto bíblico luego del izamiento de la bandera, vulnera el derecho a la igualdad y al libre desarrollo de la personalidad, puesto que hacen ver a la biblia y al cristianismo como la religión deseable para las y los estudiantes”.

Asimismo, expusieron que el establecimiento de la instrucción bíblica como materia en los niveles inicial, básico y medio, contraviene también el carácter laico que tiene el Estado dominicano.

Tanto Alianza Cristiana Dominicana como Católicas por el Derecho a Decidir República Dominicana coincidieron en que Raful es una diputada que está haciendo el trabajo para el cual fue elegida; legislando para garantizar derechos.

En ese sentido, manifestaron respeto y apoyo a su forma de legislar “porque plantea sus certezas sobre las decisiones que transformarán nuestras vidas y desde un enfoque de derechos humanos”.

Algunos ciudadanos, entre ellos intelectuales radicales, plantean que en lugar del texto religioso se adiestre al estudiante en la lectura de libros sobre temas históricos y culturales.

De momento, el tema no ha sido comentado por los líderes políticos ni otros legisladores, pero sí por los periodistas que hacen opinión pública a través de programas interactivos de radio y televisión.

Mientras, en las redes sociales circulan opiniones de respaldo y rechazo, pues unos ven la religión como un atraso para las personas; otros que pertenecen a las diferentes iglesias, justifican la medida al considerar que es la mejor forma de educar a la familia para procrearla con valores sanos.

Sectores religiosos que ponderan el proyecto advierten que es un error de la diputada Faride Raful “bombardear” la pieza legislativa porque en términos políticos y electorales aseguran que esa posición puede afectarle en razón de que miles de cristianos votan en las elecciones generales. INS

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