P. Rico-La constante inmediatista de una atemporalidad permanente del hoy en el quehacer político puertorriqueño (análisis)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 27 abr (INS).- Lo que parece no escapar a un análisis verdaderamente reflexivo es que la política puertorriqueña actual está sumida en una constante inmediatista absoluta de atemporalidad permanente del hoy. El hoy se ha convertido en la constante del quehacer político de este país. No se intenta trascender. No pareciera para los políticos del patio haber futuro que tenga visos de transformación.

Está fuera de toda discusión política en Puerto Rico visualizar un futuro de cambios, de transformaciones. Es como si hoy fuera como ayer y mañana seguirá siendo como hoy. Hay una absoluta inmovilidad ideológica y conceptual en la política. Puerto Rico se visualiza políticamente en un hoy como lo fue ayer y que será mañana tal cual es hoy.

No ha importado la pervivencia del ideario de la estadidad mediante una anexión que no traerá más cambios que en la juridicidad federal de la relación política con Estados Unidos. La estadidad como la conciben los anexionistas no acarreará más cambios que ese y su concomitancia en el ámbito fiscal del pago de tributaciones federales y una más completa accesibilidad, por consiguiente, a los fondos, asistencias y ayudas gubernativas como estado que provienen de Washington. En otras palabras, un pedazo más grande del mismo biscocho y con el mismo sabor.

Tampoco importa que haya una minoría independentista que mantiene todavía alguna proyección de futuro a un cambio, que se hace cada vez con una mayor timidez y con voz más apagada, con el propósito de no enajenar los votos a su favor del electorado. Un rompimiento con el hoy que parezca menos brusco y que sea imperceptible. No se proclama con firmeza, brillo, viveza y esplendor un cambio que estremezca los cimientos del sistema político presente.

En definitiva, el independentismo canalizado partidistamente en el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) también está permeado políticamente por el miedo a romper el hielo del inmovilismo que congela en el hoy la conciencia colectiva y que sea fuerte el sonido de resquebradura. Carece al presente de un programa político que proclame un cambio tajante y revolucionario; un cambio de estremecimiento. Y el independentismo más radical fuera del PIP está silenciado en un limbo ideológico.

Por su parte, una timidez timorata embarga institucionalmente al Partido Popular Democrático (PPD), que se ha quedado congelado políticamente en el status quo del Estado Libre Asociado (ELA) colonial de ayer. Un PPD que desea que el ELA de ayer siga siendo el mismo de hoy y que proyecta seguirá siendo igual al que tendrá Puerto Rico mañana.

El PPD no parece querer abrir espacio político para el cambio. Es la colectividad política puertorriqueña donde hay el más frígido congelamiento ideológico de inmovilidad petrificante. El status quo ha sido es y se perfila será su constante política.

En fin, es extensamente abarcadora la inmovilidad inmediatista que paraliza la política puertorriqueña y mantiene la conciencia colectiva del país en el hoy y sin proyección alguna de cambio con miras hacia un futuro promisorio. Principalmente, en los asuntos cotidianos de gobernanza del país, donde son tan fundamentales los cambios y las transformaciones.

INS

rsm/

Attachments

  • jpg logo ppd
    Tamaño de archivo: 5 KB Descargas: 25