P. Rico-La extensión del SSI al territorio puertorriqueño y la dependencia económica de Washington bajo los umbrales de la pobreza permanente (análisis)

Después de 123 años bajo la bandera de Estados Unidos, más del 40% de la población de Puerto Rico está al presente bajo el umbral de la pobreza federal./Inter News Service

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 10 nov (INS).- El debate en el Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre la extensión a Puerto Rico de los beneficios de Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI) del Seguro Social impele a reflexionar sobre las transferencias de subsidios y asistencialismos federales al territorio puertorriqueño.

Cientos de miles de millones de dólares han sido transferidos durante décadas a Puerto Rico en subsidios y asistencialismos federales para satisfacer inmediateces de beneficencia social a la ciudadanía.

Si bien ese dinero ha ayudado para paliar y mitigar la pobreza en Puerto Rico, su efecto ha sido fomenta la dependencia a Estados Unidos. Después de 123 años bajo la bandera de Estados Unidos, más del 40% de la población de Puerto Rico está al presente bajo el umbral de la pobreza federal, en una economía totalmente integrada y cautiva a la estadounidense, cuyo costo de vida está mediatizado por los valores económicos de la dolarización.

De haberse destinado esos cientos de miles de millones de dólares al desarrollo sustentable de la economía de Puerto Rico, en vez de subsidiar inmediateces de beneficencia social con especificidades de ayudas directas a la ciudadanía, cuyos efectos se disipan con el tiempo y lo que hacen es fomentar la dependencia al asistencialismo de Washington, la realidad del Puerto Rico de hoy fuera muy diferente a la que se vive actualmente.

Enseñar a pescar a la ciudadanía puertorriqueña hubiese sido más provechoso que darle diariamente un pescado para comer desde Washington. Empero, no es el desarrollo de Puerto Rico lo que parece estar en la agenda de Washington, sino prolongar la dependencia colonial y mantener un mercado cautivo para el consumo de los bienes y productos estadounidenses en una economía consumista, con estándares de vida hedonistas bajo umbrales de pobreza.

La calidad de vida en la sociedad puertorriqueña de hoy se mide en términos de cuánto tienes, eso vales; si nada tienes, nada vales. Y para tener, se tiene que depender de Washington en Puerto Rico y la vida vale poco sin la dependencia de los subsidios y beneficencias de la metrópolis imperial. Y con esa valorización de la vida de cuánto tienes, eso vales, se tiene el caldo de cultivo para la criminalidad y el narcotráfico.

No obstante, solapado en ese consumismo hedonista de bienes y servicios, una pobreza de fondo rampante. Tras la apariencia de poseer, la miseria económica. Y, además, humana, por falta de valores no utilitaristas.

Así, de esa manera, se han dilapidado cientos de miles de millones de dólares a través de décadas de dependencia económica y sin haberse financiado con ese dinero un modelo de paradigma económicos sostenible para un Puerto Rico que no sale de los umbrales de la pobreza bajo los cuales sigue al presente. INS

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