Haití-Máximo respnsable de la ONU en el país: “Hay que abordar las causas estructurales clave de la inestabilidad, incluyendo la lucha contra la corrupción y la impunidad”

Dos niñas haitianas vuelven a la escuela en Les Cayes por primera vez tras el terremoto de agosto de 2021./Foto ONU

Puerto Príncpe, 6 nov (INS).- El máximo respnsable de la ONU en Haití, Bruno Lemarquis, afirmó que hay que abordar las causas estructurales clave de la inestabilidad, incluyendo la lucha contra la corrupción, la impunidad y la modernización de la economía.

Asolado por el impacto del terremoto, la violencia de las bandas criminales, la carestía de alimentos y las repatriaciones masivas, especialmente de Estados Unidos, Haití se enfrenta a una serie de “carreras contrarreloj” para hacer frente a estas crisis que, si no se abordan, tendrán graves consecuencias negativas para su futuro a largo plazo, explica el representante de mayor rango de la ONU en el país .

Lemarquis señaló que “Haití ocupa actualmente los titulares mundiales por razones totalmente equivocadas; está experimentando una crisis multidimensional que incluye un recrudecimiento de la violencia, una falta de combustible que está paralizando muchos servicios clave y el terremoto de agosto que mató a unas 2200 personas y dejó a cientos de miles en situación de necesidad”. 

“Como coordinador residente y humanitario de las Naciones Unidas me comprometo, junto al equipo de la ONU en Haití, no sólo a apoyar las respuestas a las crisis inmediatas, en particular la humanitaria, sino también a garantizar que las Naciones Unidas se involucren de lleno con la agenda de desarrollo, con el avance de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y con el tratamiento de las causas estructurales profundas, que están detrás de la inestabilidad, el desarrollo y los déficits de gobernanza de Haití”, declaró.

La ONU estimó a principios de este año que el 40% de la población de Haití, formada por unos 11,5 millones de personas, necesitaba ayuda humanitaria principalmente debido a los altos niveles de inseguridad alimentaria.

El terremoto del 14 de agosto afectó principalmente al sur del país, pero ha tenido consecuencias devastadoras y ha empeorado una situación humanitaria ya de por sí grave.

Mientras siguen creciendo las necesidades de la población haitiana, el país experimenta una creciente inseguridad que no sólo crea nuevas necesidades humanitarias, sino que también dificulta el acceso y la respuesta de reconstrucción y recuperación.

La violencia de las bandas ha desplazado al menos a 19.000 personas y ha afectado a 1,5 millones en la zona de Puerto Príncipe desde el pasado mes de junio.

La violencia, los saqueos, los bloqueos de carreteras, la presencia persistente de bandas armadas y la consiguiente falta de combustible suponen un obstáculo para el acceso humanitario y el esfuerzo de reconstrucción y recuperación.

El gran número de repatriaciones de emigrantes haitianos que se han producido en el transcurso de las últimas semanas está haciendo que la situación, ya de por sí difícil, sea aún más compleja.

De los cerca de 11.000 migrantes que han sido repatriados a Haití, unos 8.000 lo hicieron desde Estados Unidos. 

La mayoría de estas personas afirman haber pasado varios años viviendo en Sudamérica o Centroamérica y los que abandonaron la isla tras el terremoto de agosto también están siendo repatriados desde países vecinos.INS

lp

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