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El presidente Luis Abinader encabezando la reunión del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional./Inter News Service
Santo Domingo, 5 nov (INS).- El gobierno dominicano, a través del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, que encabeza el presidente Luis Abinader, activó este viernes por segunda vez la denominada “Operación Gavión” como parte de las medidas para garantizar la seguridad en la frontera a nivel terrestre, aérea y marítima, ante la crisis que se vive en Haití.
Ordenó la suspensión de todos los viajes desde aeropuertos de la República Dominicana hacia el vecino pueblo, la clausura del acceso al tránsito vehicular o de personas y suspendió las actividades concernientes a los mercados binacionales.
La Operación Gavión, que en principio inició el pasado 7 de julio, en esta ocasión establece que solo se le estará permitiendo acceder al territorio nacional a los ciudadanos dominicanos, personal diplomático criollo o extranjero de servicio en Haití por vía del Aeropuerto Joaquín Balaguer ubicado en El Higüero, en el municipio Santo Domingo Norte.
El Consejo de Seguridad y Defensa Nacional desplazó unidades élites en puntos estratégicos, así como equipos pertenecientes a los distintos estamentos castrenses.
La medida surge luego de la reunión de ayer del presidente Luis Abinader con el liderazgo político del país con el interés de informar sobre las medidas adoptadas por el gobierno frente a la situación que se vive en Haití y de otras nuevas que estarán poniendo en ejecución.
El jefe de Estado convocó para el próximo lunes para continuar socializando y escuchar otras decisiones a tomar respecto a esa problemática.
“Yo quise convocar al liderazgo político, social y empresarial para comunicarles sobre la situación de Haití y explicarles la razón de las medidas del Consejo Nacional de Migración. A partir del lunes se decidió entre todos los partidos discutir qué otras acciones se podrían hacer ante la situación política y económica que vive el vecino país”, indicó el mandatario.
La República Dominicana está muy atenta a la situación política y social del pueblo haitiano, que se agravó tras el asesinato el 7 de julio del presidente Jovenel Moise de parte de un grupo de sicarios en su residencia de Puerto Príncipe. Incluso ha pedido a la comunidad internacional que intervenga para buscar soluciones inmediatas.
En ese contexto, el gobierno local ha desplegado 12,000 militares en la frontera común, tarea que incluye la incorporación de equipos y drones para vigilar la zona e impedir la entrada de los delincuentes que mantienen en zozobra a esa empobrecida nación.
El Ministerio de Defensa ordenó el envió de aviones de combate Súper Tucano de la Fuerza Aérea Dominicana y varios helicópteros del Cuerpo de Caballería Aérea del Ejército, que se mantienen sobrevolando el lugar fronterizo.
Además de custodiar los linderos que dividen a las dos naciones que comparten la isla Hispaniola, los soldados están controlando la venta de combustible para evitar el tráfico ilegal de carburante hacia Haití.
Desde la semana pasada, numerosos haitianos han cruzado hacia República Dominicana para comprar gasolina, gasoil y gas licuado de petróleo por el desabastecimiento que hay en su país, fruto de los bloqueos que ejercen las bandas armadas.
Los bandoleros están causando el pánico de la población, en especial en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, con robos, asesinatos y secuestros indiscriminados.
Entre los secuestrados hay camioneros dominicanos y 17 misioneros estadounidenses. Para liberar a los cristianos, los malhechores exigen a Estados Unidos el pago de 17 millones de dólares. INS
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