P. Rico-Sin zafarse el primer ministro de Haití de la sospecha de ser uno de los autores intelectuales y el mayor beneficiado políticamente del magnicidio de Moïse

Claude Joseph./Twitter

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 16 jul (INS).- Todas las piezas del rompecabezas sobre el magnicidio de Jovenel Moïse están cayendo en su sitio y descubriéndose, tanto los ejecutores del homicidio como sus autores intelectuales.

 Todo apunta a una conspiración del más alto nivel del oligopolio haitiano, la plutocracia que gobierna a ese país, con el concurso de sectores políticos y de la burocracia interna misma dentro de la administración gubernativa de Moïse.

 El actual primer ministro interino de Haití, Claude Joseph, estaría alegadamente implicado en el asesinato del presidente Moïse, bajo la promesa de que sería su sucesor en la presidencia.

 Moïse al parecer ya no confiaba de Joseph y había designado a un nuevo primer ministro. Dos días antes de su muerte, Moïse había nombrado a Ariel Henry, un neurocirujano que asumiría el cargo.

Un reportaje presentado por los periodistas Juan Roberto Vargas y Ricardo Calderón, reproducido en la República Dominicana por la periodista Alicia Ortega en el noticiero SIN, señala que la trama contra Moïse comenzó en noviembre del año pasado (2020) en un edificio que es la sede de CTU Security, en Miami, Estados Unidos.

Ahí estuvieron reunidos, según el reporte, Antonio Intriago, su dueño, quien es venezolano; Arcángel Pretelt, gerente de la compañía, y James Solages, quien es haitiano estadounidense. También se encontraban Christian Emmanuel Sanon, un médico residente en Estados Unidos y quien fue apresado, un diplomático haitiano solo identificado como Azkard y Jhonatan Rivera García, colombiano.

Supuestamente, en ese encuentro, se planificó secuestrar a Moïse para que quedara en el poder el actual primer ministro interino Claude Joseph.

Este miércoles Joseph habló al país y dijo que las prioridades del Gobierno eran mantener las investigaciones hasta dar con los responsables del magnicidio y que se hiciera justicia y, en segundo lugar, hacer todo lo posible para mantener la memoria de Moïse en el país con la organización de un funeral.

Como pruebas, la investigación citó llamadas telefónicas y fotografías de reuniones que supuestamente vinculan al premier Joseph con los mercenarios colombianos que acudieron a la cita, en la cual se fraguó la trama contra presidente haitiano y que concluyó con su muerte a causa de múltiples disparos.

“Los investigadores tienen claro el papel que habrían jugado cada uno de los participantes de la conspiración”, dice el reporte de la cadena Caracol.

Añadió que, tras la reunión en Miami, Prestelt y Solages volvieron a buscar a Jhonatan Rivera García, quien supuestamente había estado en el encuentro y posteriormente lo llevó donde su hermano Germán Rivera, capitán retirado del ejército y hacia el sargento retirado Duverney Capador. Estos tres hombres alegadamente fueron los enlaces entre el primer ministro Joseph y los mercenarios contratados para asesinar a Moïse.

Según la investigación que cita el noticiero Caracol, James Solages mantuvo comunicación telefónica constante desde noviembre de 2020 hasta mayo de este año (2021) con Capador y los hermanos Rivera.

“Entre sus contactos telefónicos aparece otro hombre clave para las autoridades, Phénil Gordon Désir, abogado y líder político de Haití y quien, alegadamente, su parte en el magnicidio fue conseguir las armas de fuego.

La sospecha recae sobre Joseph obedecen en el marco teórico de la premisa para toda investigación criminal de que debe buscarse quién es el mayor beneficiario de un crimen para la posibilidad de encontrar a su ejecutor o a su autor intelectual.

Políticamente, Joseph sería el principal beneficiado del magnicidio de Moïse y la evidencia de esa reunión de planificación apunta hacia él, entre otros. INS

rsm/

Attachments

  • jpg claude
    Tamaño de archivo: 57 KB Descargas: 17