P. Rico-Coronavirus/Estudio publicado por The Journal of Infectious Diseases sugiere que la luz solar y los rayos UVB inactivan el SARS CoV-2

La luz ultravioleta, o la parte ultravioleta del espectro, es absorbida fácilmente por ciertas bases de ácidos nucleicos en el ADN y el ARN, lo que puede hacer que se unan de maneras difíciles de fijar, se sugiere en el estudio./Facebook

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 14 abr (INS).- Científicos están solicitando que se investigue con mayor detenimiento cómo la luz solar inactiva el SARS-CoV-2, después que el ingeniero mecánico de UC Santa Bárbara, Paolo Luzzatto-Fegiz, y sus colegas notaron que el virus se inactivaba hasta ocho veces más rápido en experimentos de lo que predijo en un modelo teórico reciente.

“La teoría asume que la inactivación funciona haciendo que los rayos UVB golpeen el ARN del virus y lo dañen”, explicó Luzzatto-Fegiz, cuyo estudio investigativo fue  publicado por The Journal of Infectious Diseases.

Pero la discrepancia sugiere que está sucediendo algo más que eso, y averiguar qué es esto puede ser útil para controlar el virus.

La luz ultravioleta, o la parte ultravioleta del espectro, es absorbida fácilmente por ciertas bases de ácidos nucleicos en el ADN y el ARN, lo que puede hacer que se unan de maneras difíciles de fijar, se sugiere en el estudio.

Sin embargo, no toda la luz ultravioleta es igual . Las ondas UV más largas, llamadas UVA, no tienen suficiente energía para causar problemas. Son las ondas UVB de rango medio en la luz solar las principales responsables de matar microbios y poner nuestras propias células en riesgo de daño solar, se detalla en la observación hecha por Luzzatto-Fegiz.

Se ha demostrado que la radiación UVC de onda corta  es  eficaz  contra virus como el SARS-CoV-2, incluso cuando todavía está envuelto de forma segura en fluidos humanos.

El quid del asunto estriba en que este tipo de rayos ultravioleta no suele entrar en contacto con la superficie de la Tierra, gracias a la capa de ozono.

“La UVC es excelente para los hospitales”, dijo la coautora y toxicóloga de la Universidad Estatal de Oregón, Julie McMurry. “Pero en otros entornos, por ejemplo, cocinas o subterráneos, la UVC interactuaría con las partículas para producir ozono dañino”.

En julio de 2020, un estudio experimental probó los efectos de la luz ultravioleta sobre el SARS-CoV-2 en saliva simulada. Registraron que el virus se inactivó cuando se expuso a la luz solar simulada durante entre 10 y 20 minutos.

“La luz solar natural puede ser eficaz como desinfectante para materiales no porosos contaminados”, concluyeron Wood y sus colegas en el artículo.

Luzzatto-Feigiz y su equipo compararon esos resultados con una teoría sobre cómo la luz solar logró esto, que se publicó solo un mes después, y vieron que las matemáticas no cuadraban.

En esta comparación se encontró que el virus SARS-CoV-2 era tres veces más sensible a los rayos UV de la luz solar que la influenza A, y el 90 por ciento de las partículas del coronavirus se inactivaban después de solo media hora de exposición a la luz solar del mediodía en verano.

En comparación, en invierno, las partículas infecciosas ligeras podrían permanecer intactas durante días.

Los cálculos ambientales realizados por un equipo independiente de investigadores concluyeron que las moléculas de ARN del virus están siendo fotoquímicamente dañadas directamente por los rayos de luz.

Esto se logra de manera más poderosa con longitudes de onda de luz más cortas, como UVC y UVB. Como UVC no llega a la superficie de la Tierra, basaron sus cálculos de exposición a la luz ambiental en la parte UVB de onda media del espectro UV.

“La inactivación observada experimentalmente en la saliva simulada es más de ocho veces más rápida de lo que se hubiera esperado de la teoría”, escribieron Luzzatto-Feigiz y sus colegas, y éste comentó que “los científicos aún no saben lo que está pasando”.

Los investigadores sospechan que es posible que en lugar de afectar el ARN directamente, los rayos UVA de onda larga puedan estar interactuando con moléculas en el medio de prueba (saliva simulada) de una manera que acelera la inactivación del virus.

Algo similar se observa en el tratamiento de aguas residuales  , donde los rayos UVA reaccionan con otras sustancias para crear moléculas que dañan los virus.

Si se pueden aprovechar los rayos UVA para combatir el SARS-CoV-2, las fuentes de luz específicas de longitud de onda económicas y energéticamente eficientes podrían ser útiles para aumentar los sistemas de filtración de aire con un riesgo relativamente bajo para la salud humana.

“Nuestro análisis apunta a la necesidad de experimentos adicionales para probar por separado los efectos de longitudes de onda de luz específicas y composición del medio”, concluye Luzzatto-Fegiz.

Con la capacidad de este virus de permanecer suspendido en el aire durante períodos prolongados de tiempo, la forma más segura de contrarrestar su propagación sigue siendo el distanciamiento social y el uso de mascarillas profilácticas.

Empero, este estudio ofrece esperanza al teorizarse que la luz del sol puede ayudarnos durante los meses más cálidos. INS

rsm/

Attachments