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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 19 ene (INS).- Los pasos para la consumación de la privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) se están dando, de manera que se garanticen los intereses económicos de la empresa privatizadora LUMA Energy.
El Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) aprobó un aumento en las tarifas del servicio de proveer electricidad.
Según el NEPR, la medida regirá desde este mes y hasta marzo. La agencia indicó que el costo del kWh subió de 17.3 a 18.1 centavos.
El aumento responde, según la agencia, a la reconciliación de las cláusulas de ajuste por compra de combustible y de energía para el período de septiembre a noviembre de 2020.
Conforme a lo que se desprende de la medida, el Negociado aprobó un aumento que resultaría en unos $6.62 adicionales en la factura del servicio de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) para clientes residenciales no subsidiados con un consumo base estimado de 800 kWh al mes.
En un país empobrecido por desastres naturales de huracanes, terremotos y los efectos económicos de una pandemia, de cuyo azote la población puertorriqueña no ha estado internamente exenta, esta anunciada aprobación del aumento en la facturación de la energía eléctrica es un fuerte golpe en el hígado que deja al país sin aliento.
Constituye a todas luces un obstáculo, también, para cualquier plan de desarrollo económico, porque ya Puerto Rico tiene tarifas altas en el precio de la energía eléctrica para unas operaciones comerciales e industriales que no únicamente puedan ser competitivas, sino que ni siquiera financieramente factibles en términos de rentabilidad.
A la que tal parece que se garantiza su rentabilidad operacional es a la futura privatizadora de la energización eléctrica del país, LUMA Energy, a costa de la salud financiera y económica del comercio, la industria y del país en general. INS
rsm/