P. Rico-Proliferan en Legislatura pagos exorbitantes a empleados o de honorarios en contrataciones, con el ardid de que una porción del dinero pagado se reembolse al legislador (análisis)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 9 oct (INS).- Está proliferando en la Legislatura de Puerto Rico el ardid de pagar sueldos u honorarios exorbitantes por contratación, aún mayores que el que devenga el propio legislador.

A veces, el correligionario que se emplea o contrata en su oficina legislativa como asesor o asistente no posee las cualificaciones que justifiquen el pago salarial o el de los honorarios  por la contratación..

Lo que las autoridades federales investigan en estos casos y las autoridades estatales dejan pasar libremente es la probabilidad de un reembolso subrepticio al legislador de una porción del salario u honorarios por servicios profesionales para su beneficio personal o para propósitos de financiar su campaña política o la de su partido.

Lo que en inglés se conoce como “rebate”, un término muy utilizado en el comercio, es en el caso del pago de salarios u honorarios en el pago del contrato por servicios profesionales en La Legislatura un resquicio para la corruptela en el manejo de las arcas públicas del presupuesto legislativo.

El acuerdo del legislador con el empleado o la persona contratada es que del salario o pago por honorarios del contrato acordado, una porción tiene que ser devuelta por debajo de la mesa al legislador que lo empleó o contrató.

En la Legislatura, no existe la estructuración de un plan de clasificación y retribución para sus empleados que brinde cierto orden y coherencia sobre el pago salarial, lo cual se agrava debido a la práctica de la contratación de servicios profesionales de asistencia o asesoría en las oficinas de los legisladores.

Se pretende justificar esa carencia de un orden coherente de clasificación y retribución salarial a la independencia del legislador elegido por el pueblo libremente en comicios, a cuyos constituyentes de su distrito, ya sea representativo o senatorial, responde directamente.

Empero, esa supuesta independencia del legislador es considerado un mero ardid para pretender justificar la jauja con el saqueo de los fondos asignados a la Legislatura del Presupuesto General de Puerto Rico.

Lo cierto es que las revelaciones de las investigaciones federales que han terminado en acusaciones criminales contra legisladores indican que la corrupción se ha venido cebando de esta anarquía y falta de orden coherente en la retribución y clasificación de los empleados y parámetros de contrataciones en la Legislatura.  INS

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