P. Rico-Debilidad del ser humano al pretender separarse y convertirse en enemigo de lo que forma parte integral: la Naturaleza (análisis)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 20 sep (INS).- Superada ya las 200 mil muertes por Covid-19, Estados Unidos, con toda su ciencia y tecnología, al igual que otros países desarrollados del mundo, se ha visto impotente de enfrentar los desafíos bioquímicos que impone la Naturaleza.

La arrogancia del poderío económico, tecnológico y militar se empequeñece ante la impotencia frente a un virus de tamaño microscópico que ha derrotado a toda esa potencia y señorío.

La primera potencia del mundo y todas las demás potencias mundiales que pugnan por igualarla o superarla ni siquiera han sido capaces de elaborar una vacuna de inmunización rotunda contra el nuevo virus y el planeta sigue a merced de la pandemia del morbo viral.

A veces, la Madre Naturaleza se encarga de poner en cintura a aquellos enaltecidos por la arrogancia humana. Nos hace recordar nuestra pequeñez frente al poderío de las fuerzas de la Naturaleza.

O si, como algunos que abogan por la teoría de la conspiración creen que el Covid-19 es un virus diseñado en un laboratorio, queda establecida la enseñanza con los hechos de que el ser humano no debe jugar con fuerzas naturales que terminan saliéndose fuera de su control.

Llegará el momento en que el ser humano logre una vacuna contra la Covid-19, pero ya el virus habrá cobrado cientos de miles de vidas humanas en el mundo.

Así vemos cómo una pequeña partícula biológica es capaz de derrotar al más grande de los imperios políticos, económicos y militares del mundo y a todas las potencias planetarias juntas.

Un mundo dividido por xenofobias, chauvinismos y nacionalismos seguirá siendo débil frente a la unidad universal de la Naturaleza, aun de lo más pequeño que pueda haber en ella.

Separado y no integrado el ser humano al ecosistema del que forma parte, quedará siempre derrotado por el poderío de una Naturaleza a la que no podrá nunca vencer.

Habiendo contaminado su ecosistema por causa de su codicia, la antropogenia de un calentamiento global se encarga de que el ser humano pague monetariamente y mediante la amenaza a su existencia misma por su irresponsabilidad.

¡Pobre del ser humano que se convierte en enemigo de la propia Naturaleza de la que, quiera o no, forma parte integral!  INS

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