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Un hombre sostiene la bandera dominicana con los colores de la comunidad LGBTI. Inter News Service
Santo Domingo,19 sep (INS).- Reacciones diversas ha generado la imagen de un hombre que figura en las redes sociales sosteniendo la bandera de República Dominicana, cuya composición tradicionalde los colores rojo, blanco y azul fueron fusionados con los representativos de la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales, personas Transgénero e Intersexuales (LGBTI).
Esa iniciativa, repudiada por unos y apoyada por otros, surge a la luz pública luego de que la viceministra de la Presidencia, Dilia Leticia Jorge Mera, publicó el jueves en su cuenta de Twitter una fotografía de su escritorio en que se visualiza dos banderines del colectivo LGBTI.
En el caso de la funcionaria, quien es hija del fallecido expresidente Salvador Jorge Blanco y hermana del ministro de Medio Ambiente, Orlado Jorge Mera, no se ha dado ningún comentario oficial.
Tampoco ha habido comentarios de parte de los ejecutivos del Instituto Duartiano y de la entidad gubernamental Efemérides Patrias.
Las reacciones de los usuarios se intensificaron aún más este viernes cuando un sujeto no identificado exhibe a todo ancho la Bandera Nacional con los colores de la insignia gays y lesbianas.
Con respecto a la acción, el abogado Félix Portes expresó que respeta las preferencias sexuales, sin embargo, señaló que los símbolos patrios deben ser tratados con consideración.
“Esto es una irreverencia según artículo 24 de la ley 210-19, el usar colores distintos a los establecidos por la Constitución, penado con 30 días de prisión y cinco salarios”, escribió Portes a través de su cuenta de Twitter.
Mientras, el medallista olímpico Gabriel Mercedes dijo que lo ocurrido es inaceptable.
“Es indignante que utilicen los símbolos patrios que tanta sangre han derramados hombres y mujeres por ellos. Deberían someter (a la justicia) a quien altere nuestra bandera. Todo pueden tener su presencia no me importa”, destacó Mercedes.
De su lado, una persona identificada como Vitaly Abreu publicó un comentario en la red social manifestando “que a ese hombre hay que meterlo preso ya, por irrespetuoso”.
“¿Cuál hace más daño, él por usar nuestra bandera así, o los ladrones que se roban los millones que pertenecen al pueblo?”, cuestionó el usuario Hansen Ureña.
“Deberían dejarla con esos bellos colores y ondearla a media asta en todas las esquinas y recintos públicos y privados. Ejemplo: Palacio, Congreso, Suprema Corte de Justicia, Tribunal Constitucional y Colegio de Abogados “, refirió el internauta Rafael Novas.
Las primeras manifestaciones homosexuales en República Dominicana datan de los años 60 del siglo XX. Sin embargo, fue en el año 2000 cuando se realizaron protestas públicas a favor del orgullo LGBT en la céntrica calle El Conde, en la zona colonial de Santo Domingo, de manera clandestina, en horarios nocturnos.
Las personas de esa preferencia sexual en esta nación caribeña se enfrentan a ciertos desafíos legales y sociales no experimentados por otros residentes.
La percepción de rechazo ha variado entre 2006 a 2014, pues según una encuesta de opinión pública emitida en enero de 2006 por la Fundación Global Democracia y Desarrollo, el 57,7% de dominicanos rechaza a los homosexuales.
En 2012 y 2013, la encuestadora Newlink publicó que el 54% de los encuestados estaban en contra de que se adopten medidas de protección contra el maltrato y la discriminación de individuos homosexuales, mientras el el 55 % acepta cierto tipo de uniones homosexuales y que apenas el 21.4 % aprueba el matrimonio legal.
En el 2014, la misma encuesta mostró que el 51,8% de los entrevistados aceptaría un familiar homosexual, mientras que el 62,2% lo haría si se tratase de un hijo.
En una investigación realizada en ese año por la firma Gallup-Hoy, el 73% de la población dijo que en el país hay discriminación contra las personas LGBT y en el 2017 un estudio del COIN donde un 45% de los participantes se identificaron como homosexuales, se evidencio que el 83.2% había sufrido alguna forma de violencia o discriminación en los últimos tres años. INS
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