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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 12 ago (INS).- La tardanza del Tribunal Supremo en la emisión de un remedio judicial al caos de las primarias del pasado domingo, en un foro colegiado, lo que denota es que esto es un lío más enredado que un plato de espaguetis.
El lío es tan enredado que hay más de dos posibles alternativas. No únicamente se trata de analizar las opciones de anular todo el proceso primarista anterior en todos los colegios electorales y recomenzar desde cero o validar los votos ya emitidos en los 36 precintos y 24 municipios donde se completó el proceso y permitir la votación en los restantes precintos y municipios del país.
También el Tribunal Supremo debe estar evaluando en el remedio que se determine la situación habida en los colegios electorales que abrieron en horas del mediodía del domingo y culminaron el proceso hasta horas de la noche, pero hubo electores que fueron en horas tempranas de la mañana para votar pero no habían llegado las papeletas y los demás materiales.
A esas personas que tal vez fueron una, dos veces y regresaron tal vez tres veces antes de las horas cercanas al mediodía, se les dijo que volvieran más tarde cada vez que fueron a votar porque todavía no habían llegado las papeletas y los demás materiales, terminando concomitantemente desalentados o impedidos por circunstancias personales, sin ejercer finalmente su derecho al voto.
¿Cómo el Tribunal Supremo evaluará el proceso de votación en esos colegios electorales? ¿Acaso puede interpretarse este caso como una violación al derecho constitucional al voto debido a las circunstancias anómalas que impidieron que electores ejercer su derecho? ¿Debe anularse todo el proceso, aun cuando se completó hasta horas de la noche, debido a que se cuartó el derecho al voto a ese elector por no haber llegado el material electoral a la hora establecida?
Existen los casos, además, de colegios electorales que abrieron a las ocho de la mañana o quizás un poco más tarde, pero en horas mañaneras tempranas, pero faltaron papeletas para permitirle votar a electores que llegaron en horas de la tarde, porque acudieron a ejercer su voto más personas a ese colegio de lo que se había previsto.
En estos últimos casos en particular hay que sopesar si habría que anular el proceso de votación en dichos colegios electorales y volver desde cero en la reanudación de las primarias.
Así de enredado está este intrincado asunto. INS
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