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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 10 ago (INS).- Hubo una época no muy pretérita en que Puerto Rico era presentado ante Latinoamérica y el Caribe como “vitrina de la democracia”, ejemplo del sistema política a emular bajo la tutela de Estados Unidos.
Esos tiempos han sido sustituidos por el caos presente de una democracia fallida en Puerto Rico, como lo ejemplariza la debacle del proceso de las primarias de sus principales partidos políticos que sustentan la partidocracia del sistema prevaleciente.
El caos del sistema electoral de la democracia en Puerto Rico es cónsono con la crisis económica y déficit fiscal de una deuda pública impagable a los bonistas de Wall Street, que complementan el universo de la debacle total sistémica y estructural del territorio estadounidense en el Caribe de una “vitrina de la democracia y el progreso económico” hecho añicos.
Este domingo se escenificó la situación más bochornosa de un sistema de democracia exhibida en vitrina del que se tenga memoria colectiva en el país con el fiasco del proceso electoral primarista, como ensayo de los comicios de noviembre próximo que por su caos tuvo que ser interrumpido para continuar en un futuro inmediato.
La incapacidad de la institución estatuida para administrar los comicios del país de administrar el aspecto procesal de la democracia denota la profundidad y dimensiones de la crisis que vive Puerto Rico en las últimas décadas.
El fracaso de la mercadotecnia de un modelo político de democracia deja al descubierto la verdadera dimensión del modelaje que se pretendía vender como alternativa para Latinoamérica y países en desarrollo a la modernidad para el progreso.
Ahora, con una vitrina de la democracia y del progreso económico bajo la bandera y tutela de Estados Unidos hecho trizas, astillas, lo único que queda es la vergüenza del fracaso a todas luces visto ante el mundo y el intento de ejemplarizar una recomposición del desastre como modelo del reajuste.
Será innumerable la caterva de casos judiciales incoados ante los tribunales por la vulneración del derecho al sufragio en las primarias y las solicitudes de remedios de mitigación. La consolidación de los variado y múltiples casos radicados será la opción judicial para lidiar con la situación.
Será enmarcado en el espíritu de la ley que el caos procesal democrático se resuelva judicialmente en los tribunales y la esencia de la democracia en Puerto Rico se vea lo menos lacerada posible, dentro de lo que cabe. INS
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