P. Rico-Renuncia del director ejecutivo de la AEE es únicamente un comienzo de un arduo proceso (análisis)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 3 ago (INS).- Forzada por ella, la gobernadora Wanda Vázquez Garced entra a la recta final de las primarias por la gobernación de su partido con la renuncia largamente esperada y deseada por muchos del director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), José Ortiz.

Desde la reunión en La Fortaleza ayer domingo de la gobernadora Vázquez Garced con el presidente de la Junta de Directores de la corporación pública, Ralph Kreil Rivera, tras sus expresiones de que no se sentía satisfecha con la respuesta de la corporación pública, para atender las averías que las copiosas lluvias y vientos de la tormenta tropical causaron al sistema eléctrico, la expectativa de la renuncia del ingeniero Ortiz era persistentemente fuerte.

Con la renuncia de Ortiz, lejos de resolverse el problema del sistema de energización eléctrica de Puerto Rico bajo la AEE, comienza la faena de reestructurar el ofrecimiento estatizado de la electricidad a la ciudadanía isleña en medio de un proceso controvertible de privatización de la corporación pública.

El contrato a 15 años al consorcio LUMA adolece de opacidad y falta de transparencia que pone en manos privadas el monopolio del servicio de energía eléctrica al país, con los peligros inherentes que esto implica.

Deja tras de él con su renuncia el ingeniero Ortiz, las hasta ahora insalvables deficiencias de una corporación pública sumamente politizada en su interior y en la cual ha desaparecido el precepto de la meritocracia en la administración de sus recursos humanos, principalmente en sus puestos directivos.

Queda, también, sin resolver con la renuncia del ingeniero Ortiz, la absoluta dependencia de la AEE a los combustibles fósiles para la energización eléctrica del petróleo, el diesel y el gas natural y el trastabillante y errático esfuerzo de encaminar el sistema de electrificación hacia fuentes de energía renovables como opción.

Con un sistema de electrificación venido a menos, frágil, de poca sostenibilidad ante el mínimo evento de un disturbio tropical climático, la gobernadora Vázquez Garced o quien la sustituya en la Fortaleza, de ser ese el caso tras las elecciones de noviembre próximo, enfrenta un enorme reto con la administración de la infraestructura eléctrica y el ofrecimiento a la ciudadanía, el comercio y la industria de un servicio vital en la modernidad del presente.

Igualmente retador también lo es la transformación infraestructural en innegable deficiencia del sistema de acueductos y alcantarillados y el servicio esencial para la vida del suministro de agua potable.

Sin duda, la renuncia del ingeniero Ortiz de su cargo directivo en la AEE es únicamente un comienzo. INS

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