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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 17 jul (INS).- El silencio y hermetismo del Buró Federal de Investigaciones (FBI) con el caso del allanamiento de la vivienda de la representante cameral por el Partido Nuevo Progresista (PNP). María Milagros Charbonier, ha abonado a la especulación.
Por tratarse de una intervención al hogar de una figura pública, abogados y periodistas indican que alguna explicación mínima o anticipo del intríngulis del caso debe haber, aunque no se entre en detalles que perjudiquen la investigación federal.
El mutis de la representante Charbonier sobre las interioridades de la intervención federal contra ella y su familia empeora el clima de especulación.
El agravante del allanamiento a su hogar ocurre en un año electoral y a unas tres semanas de unas primarias en el PNP de las que participará la legisladora con un respaldo tajante a uno de los precandidatos a la gobernación por esa colectividad política.
Ante el silencio de ella y del FBI, se abre una gama amplia de especulaciones sobre las razones de la pesquisa federal.
Lo peor es que se rumore que muchas de las especulaciones son sembradas por el propio FBI.
En el caso de Puerto Rico, por su condición de subyugación colonial, acciones del FBI como éstas resultan altamente cuestionables y sensitivas. Han habido acusaciones de que las instancias del poder federal en Puerto Rico han sido con sus intervenciones indebidas un elemento desestabilizador políticamente cuando existe cualquier amenaza de alterar el status quo del arreglo jurídico de relación con Estados Unidos, máxime cuando las huestes anexionistas están impulsando una consulta plebiscitaria como parte de los comicios del próximo noviembre.
Cuando una instancia del poder federal estadounidense en Puerto Rico hace una intervención de este tipo, indican juristas, el pueblo, tiene el derecho a estar informado de lo elemental del porqué de la legitimidad de tal acción. INS
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