P. Rico-Los hechos del caso del BMW que supuestamente abrió puertas en La Fortaleza (análisis)

Por Rafael Santiago Medina

San Juan, 20 jun (INS).- ¿Qué antecedentes la ciudadanía debe saber sobre el caso del lujoso BMW deportivo que abrió puertas en La Fortaleza?

El BMW modelo M4 GTS de 2016 es una producción exclusiva de los cuales solo 300 estuvieron disponibles para la venta en el mercado de los Estados Unidos.

Su costo en Puerto Rico puede ser de 100 mil dólares o más.

La pasión del juez Jorge Díaz Reverón, cónyuge de la gobernadora Wanda Vázquez Garced, por ese tipo de vehículos deportivos de lujo, fue utilizada como llave para abrir puertas en La Fortaleza y cabildear asuntos relacionados con el negocio concesionario de automóviles en medio de la crisis salubrista y el cierre del comercio como medida cautelar por causa de la pandemia de Covid-19.

Luego de la entrega del vehículo sin pago momentáneo alguno al juez Díaz Reverón, el empresario Vicente Vázquez Jr., propietario de V Garage, de venta de vehículos de lujo, pudo reunirse para cabildear con la gobernadora Vázquez Garced tres asuntos relacionados con esa industria automotriz.

El caso de los tres asuntos cabildeados en La Fortaleza, que sale a relucir por una grabación que distribuyó a otros ejecutivos de la industria el propio Vázquez Jr., incluía procurar que la gobernadora Vázquez Garced ordenase la reanudación de las funciones gubernamentales de los Cesco del Departamento de Transportación y Obras Públicas para poder reabrir los “dealers” de automóviles y así poder procesar el trámite burocrático de los documentos oficiales necesarios.

Otro asunto cabildeado con la gobernadora Vázquez Garced, según se supo por esa grabación, fue el pago de arbitrios impuestos en Puerto Rico a los automóviles, que se ha convertido en un recaudo fiscal necesario para el gobierno en momentos de crisis fiscal.

Empero, ese no es el único asunto turbio en que ha estado envuelto el juez Díaz Reverón, esposa de la gobernadora.

Cuando Vázquez Garced era secretaria de Justicia ocurrió un escalamiento a la residencia de su hija y se le acusaba de una injerencia indebida suya en la investigación y procesamiento judicial de la fiscalía para la presentación de cargos criminales contra los imputados del delito.

Su esposo, el juez del Tribunal de Primera Instancia, Díaz Reverón, citó a su sala, en una intervención también indebida en el caso, a uno de los agentes policiales envueltos en la investigación, para coaccionarlo a testificar a favor de su esposa, la titular del Departamento de Salud.

O sea, que utilizó indebidamente su sala judicial y su autoridad de juez en violación a los cánones de ética para favorecer los intereses de su esposa y su familia.

Ahí están los hechos. Juzgue usted. INS

rsm/