P. Rico-Alcaldesa de San Juan anuncia que Museo de Vida Silvestre se transformará en “El Arka”, el centro de operaciones de El Comedor de la Kennedy

San Juan, 4 jun (INS).- La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, anunció hoy que el Museo de Vida Silvestre -una de las obras emblemáticas del exalcalde Jorge Santini, que dejó de funcionar en 2017- se transformará en el centro de operaciones de El Comedor de la Kennedy, organización dedicada a la alimentación diaria de más de 2,000 niños y 3,000 personas de edad avanzada

Cruz Soto, en una conferencia de prensa en las afueras del establecimiento, consignó que el cambio en el uso del museo, que operó por apenas siete años, será a través de un proyecto de ordenanza que enviará hoy a la Legislatura Municipal y que sería aprobada este mes.

Será un contrato de usufructo para un lugar que, cerrado, cuesta cerca de tres millones de dólares al año.

El Comedor de la Kennedy, que es encabezado por el chef Iván Clemente, podrá usar el lugar por 30 años y recibirá también la ayuda del municipio de San Juan, que donará una cocina industrial y subsidiará el pago del agua y la luz hasta que el funcionamiento del centro se consolide.

De acuerdo con Clemente, gracias al nuevo espacio, la entidad podrá preparar cerca de diez mil comidas diarias.

Mientras, la alcaldesa recordó que “durante muchos años el museo representó muchas cosas diferentes para diferentes grupos de personas. Cuando comencé, era una buena idea, para dar a los niños de Puerto Rico una oportunidad de tener acceso a un mundo que no tenemos. Lo que muchas personas desconocen, es que el museo es una compilación de colecciones privadas, que nunca tuvieron un contrato con el municipio de San Juan”.

Agregó, justificando la determinación, que “tratamos de encontrar una utilidad al museo para que fuera para mucha más gente. Entonces vino (el huracán) María, los terremotos y cambiaron al pueblo de Puerto Rico. Y entonces vino el verano de 2019 y ahora la pandemia. Y comenzamos a ver una nueva pobreza, una pobreza escondidad en nuestras urbanizaciones, edificios, una pobreza que algunos no querían ver”.

Consignó que el ayuntamiento intentó, en el pasado, transformar el lugar en un museo de arte urbano, de la salsa, pero nunca cuajó. Y comenzamos a ver las necesidades de la gente, que tiene hambre. No hay razón para que un niño en Puerto Rico se acueste con hambre”.INS

lp