R. Dominicana-En su última rendición de cuentas, el presidente Danilo Medina dice que se siente “en paz y feliz” y la satisfacción de que entregará la banda presidencial sabiendo que cumplió su deber

Por Manuel Vólquez
Santo Domingo, 27 feb (INS). -El presidente Danilo Medina ofreció este jueves al país su última rendición de cuentas con un escenario complicado e inmerso en la mayor crisis política en los últimos 26 años, caracterizada esta vez por rechazos a la corrupción y la impunidad estatal, así como por protestas de parte de diversos sectores de la sociedad que reclaman cambios importantes en las estructuras políticas, sociales y económicas.
El estadista proclamó que su mayor satisfacción será entregar la banda presidencial y volver a caminar por las calles de su país, con la plena serenidad que da el deber cumplido.
“Pues bien, soy consciente de que ese día está cada vez más cerca y me siento feliz y en paz. Porque sé que el próximo 16 de agosto, como uno más entre mi pueblo, podré mirar a los ojos de cualquier dominicano o dominicana, con la tranquilidad de saber que he dado lo mejor que tenía por la República Dominicana”, señaló.
El gobernante habló durante dos horas y 10 minutos ante la Asamblea Nacional para dirigir un mensaje a la nación con motivo de la celebración del 176 aniversario del Día de la Independencia Nacional, donde rindió cuentas de los logros en la gestión de siete años de gobierno.
Justo cuando el jefe del Estado hablaba, a través de una cadena de radio y televisión, miles de ciudadanos se concentraron en el acto de apoyo al denominado “Trabucazo 2020”, jornada cívica que se realizó en la Plaza de la Bandera en la continuación de las protestas que por noveno ocasión se realizan frente a la sede de la Junta Central Electoral (JCE), después de la suspensión de las elecciones municipales del 16 de febrero.
A manera de despedida, emocionado y adornado de repetidos aplausos, Medina dijo que “este es el octavo y último año en que tengo el honor de comparecer ante ustedes a rendirles cuentas como presidente de la República. Por tanto, se trata no sólo de una ocasión solemne, sino también de un acto cargado de significado y de emoción para este, su servidor”.
“Y lo es porque haber tenido la oportunidad de trabajar por mi país durante estos años me mueve a una enorme y profunda gratitud. Gratitud, en primer lugar, hacia esos mismos padres de la Patria, que hicieron posible el nacimiento de nuestra Nación”, afirmó.
Su discurso se concentró en resumir las acciones del Gobierno desde que asumió el poder en el 2012 y aprovechó para calificar la economía dominicana como un milagro por el sostenido crecimiento que ha tenido durante los siete años de su Gobierno.
Indicó que la República Dominicana ocupa hoy uno de los primeros lugares en el ranking regional de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), de ingresos disponibles, de Inversión Extranjera Directa y de reducción del desempleo y la pobreza
Afirmó que atrás quedaron el déficit que llegó a ser cerca del 7% del Producto Interno Bruto, el crecimiento por debajo del 3.9% y las recaudaciones que estaban por debajo de lo estimado.
“Somos el país que más y mejor crece en la región.  La mayor economía de Centroamérica y el Caribe. La economía de República Dominicana es líder en América y con notable resiliencia por su diversidad. No sólo es la que más crece de América Latina, sino que crece 50 veces más que el promedio de la región, destacó”, dijo.
Indicó que el año pasado la economía creció 5.1% al cierre de 2019, el nivel más alto de América Latina y el Caribe, lo que calificó como un hito porque el crecimiento promedio de la región es de 0.1%.
“Es decir, hemos remontado hasta tal punto que al dejar el gobierno dejaremos también una economía en plena expansión. Una economía que algunos no dudan en llamar “El milagro dominicano”, dijo.
El jefe del Estado manifestó que Los logros alcanzados en término de la economía nacional y a nivel de los hogares, se han complementado con un desempeño del sector externo, cerrando el 2019 el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pago con un déficit de apenas 1.4% del PIB, “de manera que esas cuentas saneadas son parte del legado que dejaremos”.
A su vez, agregó, la depreciación del tipo de cambio, entre el – 4 y el -9%, se encuentra por debajo del promedio de las economías regionales y la inflación acumulada en 2019 se situó en 3.66%, es decir, se mantiene por debajo de la meta de inflación de 4.0%, ±1%.
Precisó que la inflación promedio para toda la gestión fue de 2.65%, la más baja en los últimos 7 años. Esta mejoría en las cuentas externas ha permitido la acumulación de Reservas Internacionales a los niveles más altos de la historia del Banco Central: 8,781 millones de dólares al cierre de 2019; lo que representa alrededor de 10% del PIB, valor considerado como óptimo por el Fondo Monetario Internacional.
Asimismo, Medina comentó que a partir de la entrada de la hidroeléctrica Punta Catalina el sistema energético ha mejorado en el país al inyectarle 756 Megavatios “y estamos a punto de decirle adiós para siempre a los fastidiosos apagones”.
Respecto al problema de la educación explicó que finalizará su administración con más de 33 mil nuevos espacios educativos entregados y dando alimentación escolar a más de 1,600,000 estudiantes.
El gobernante también elogió los avances en el terreno de la salud y al respecto manifestó en la actualidad existen 86 nuevos hospitales o centros de diagnóstico, como el Morgan y el Darío Contreras establecidos en el Gran Santo Domingo, “que no tienen nada que envidiarle a un centro médico privado” debido a que están provistos de camas, equipos modernos y otras facilidades tecnológicas para las atenciones primarias a los pacientes de bajos ingresos.
Otro tema abordado fue el de la situación de precariedades que padecen los centros penitenciarios nacionales donde los hay una sobrepoblación de presidiarios.
“El problema penitenciario nadie le había puesto la mano en décadas. Teníamos centros con capacidad para 14,000 personas albergando a más de 25,000, en condiciones deplorables que hacían imposible cualquier política de reinserción social. Pues bien, cuando termine esta administración seremos, probablemente, el único país de América Latina con hacinamiento cero en sus centros penitenciarios. INS
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