P. Rico-Impactan comunidad de Ponce para ayudar a menores a aminorar ansiedad luego de emergencia por temblores

Una estudiante con niños./Inter News Service

Ponce, 24 feb (INS).- La directora de la Clínica Interdisciplinaria de Servicios a la Comunidad de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, Ada Kercadó, encbezó una visita a la parroquia El Buen Pastor de Ponce, donde, junto con la Oficina para el Manejo de Pérdidas y Duelo de la PUCPR, ofrecieron ayuda psicológica a niños, adolescentes y padres de esa comunidad tras la emergencia por los temblores.

“Como parte del apoyo emocional que la universidad ha brindado a las comunidades afectadas por el terremoto, hoy volvimos a esta comunidad a apoyarlos para el mejor manejo de emociones. Brindamos servicios para apoyo emocional y una serie de dinámicas para fortalecer nuestra mochila emocional. Estudiantes de práctica e internado de la Clínica, acompañados de psicólogos clínicos, impartimos charlas a los padres acerca de las respuestas emocionales y desarrollamos estrategias de terapias de juegos con los niños de 5 a 13 años”, dijo Kercadó.

Para la psicológa fue evidente que hay una gran necesidad de apoyo, particularmente en los niños.

“Compartimos dinámicas con los niños y es notable el estado emocional en el que se encuentran. Por ejemplo, con aquellos de 5 a 8 años, desarrollamos ejercicios para dibujar, narrar y trabajar con cuentos. El usar su imaginación y su interacción con juguetes clásicos, nos ayuda a los expertos a escuchar sus verbalizaciones y conocer las emociones que proyectan”, contó.

La visita de la Clínica Interdisciplinaria de Servicios a la Comunidad impartió la orientación Promoviendo el diálogo hacia la respuesta emocional.

Estuvieron profesionales de la salud emocional y estudiantes de la Clínica, quienes evidenciaron también la necesidad de apoyo a los padres de esta comunidad ponceña.

Según el psicólogo clínico de la Clínica, Dr. Ángel Muñoz Alicea, eEn nuestro proceso de ayuda psicológica, conocimos historias de personas que todavía están ansiosas. Vimos a adultos mayores que se sienten inseguras, tienen miedo de sufrir más temblores y que queden atrapados en sus residencias. Tienen miedo de entrar a sus casas. Así que sigue latente esa incertidumbre, mayormente en los padres de los niños quienes manifiestan su ansiedad cuando sus hijos regresen a las escuelas”.

Como respuesta comunitaria tras el terremoto el 7 de enero, la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico activó un equipo amplio de apoyo psicológico en el área sur.

La Clínica y estudiantes han visitado pueblos afectados de la zona sur como Guánica, Juana Díaz, Ponce y Yauco.INS

lp

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