P. Rico-Desarrollan modelo para atender efectos del trauma en niños y jóvenes, como parte de investigación realizada luego del paso del huracán María

San Juan, 27 sep (INS).- Un sistema de apoyo a varios niveles para identificar y atender los efectos del trauma en los niños y jóvenes se ha estado implementando en la Isla, como resultado de la investigación y trabajo en colaboración que se llevó a cabo en las escuelas públicas luego del paso del huracán María.

Los hallazgos y esfuerzohttps://internewsservice.com/wp-admin/post.php?post=173497&action=edits que se realizaron en escuelas y comunidades se presentaron formalmente en la conferencia y conversatorio “Del desastre a la recuperación:  un acercamiento comunitario colaborativo”, basándose en el trabajo de investigación, evaluación, talleres y prestación de servicios psicológicos que realizaron Joy Lynn Suárez, Tania Rodríguez, de la Universidad Albizu, y Rosaura Orengo, Reagan Stewart, Gilda Rodríguez, María Rolón y la estudiante Margheritte Cobián.

En los meses posteriores al azote del huracán, se completó un estudio a nivel de todo Puerto Rico documentando sus efectos en la salud mental de niños y adolescentes.

Las doctoras Rosaura Orengo, Joy Lynn Suárez y Regan Stewart trabajaron directamente en la investigación que se realizó mediante encuestas a 96,108 estudiantes en toda la Isla.

El estudio halló que un 7% de niños y jóvenes participantes podrían sufrir de PTSD a causa de María.

El estudio es uno de los más abarcadores en su tipo realizado a nivel de Estados Unidos y refleja las experiencias traumáticas que vivieron muchos niños y jóvenes.

Muchos percibieron que su vida corrió peligro, vieron viviendas destruidas, enfrentaron escasez de agua y comida y no tenían electricidad de cinco a nueve meses después del huracán.

No obstante, el número de jóvenes traumatizados es considerado bajo en relación con otros desastres en Estados Unidos.

La cifra puede llevar a interpretaciones, pero parece mostrar la capacidad de resiliencia de la población juvenil ante situaciones de estrés severo ocasionadas por un desastre natural.

Datos de ese estudio se usaron para desarrollar un modelo que permitiera interpretar la información obtenida y atender los efectos del trauma en los jóvenes, que se trabajó en conjunto con el Departamento de Educación.

El modelo consta de tres fases: una de primeros auxilios psicológicos que tuvo lugar en las primeras semanas tras el paso del ciclón, una de recuperación psicológica que se ofreció de tres a seis meses después del huracán para promover resiliencia, y una fase de terapia a largo plazo.

Esta fase se desarrolló entre seis meses a un año posterior al evento para atender casos de trauma, depresión y ansiedad.

Parte importante de los esfuerzos fue educar a maestros, personal escolar, trabajadores sociales para que a su vez pudieran ayudar a los estudiantes.

Linn Suárez explicó que para poner en marcha el modelo de atención psicológica fue fundamental la creación de alianzas entre el Departamento de Educación y entidades como la Universidad Albizu, Medical University of South Carolina y Substance Abuse and Mental Health Services Administration, ya que eso permitió ofrecer los servicios con impacto mínimo en el presupuesto gubernamental.

El sistema desarrollado, según se explicó, también busca asegurar que haya trabajadores sociales y consejeros para toda la población escolar.

Se estructuró un modelo de apoyo que incluyera estudiantes, familias, facultad y comunidad.

La psicóloga escolar del Departamento de Educación, María Rolón, sostuvo que a nivel de política pública, el esfuerzo en conjunto entre la agencia, universidades y entidades sin fines de lucro ayudó a impulsar la aprobación de la Ley 85 de mayo de 2018, que se enfoca en aumentar servicios de prevención, intervención, evaluación y monitoreo de estudiantes.

La ley también busca promover la sustentabilidad de los servicios, de manera que se puedan seguir ofreciendo con apoyo de entidades privadas y comunitarias.INS

lp