P. Rico-Keleher señala que “lo que encontré en Educación me dejó horrorizada” y advierte que se debe supervisar agencia para que presupuesto “no se use para recompensar favores políticos”

San Juan, 21 may (INS).- La exsecretaria de Educación Julia Keleher indicó en un artículo de opinión publicado en un medio de comunicación estadounidense (The74million.org) que “lo que encontré en Educación me dejó triste, conmocionada, desilusionada y horrorizada”.

Según la exfuncionaria, “apenas dos meses después de comenzar el trabajo, quedó claro que las casi 1,300 escuelas de Puerto Rico tenían acceso limitado, inconsistente o inexistente a materiales curriculares alineados con los estándares y recursos de planificación instruccional, libros de texto, libros de trabajo y otros soportes de aprendizaje, Internet, computadoras y tecnología de instrucción”.

Además, mencionó ausencia de “servicios de enfermería y salud, apoyos socioemocionales y acceso a consejeros, psicólogos y trabajadores sociales, programación de desarrollo profesional para cada área de contenido y capacitación en prácticas de instrucción específicas, supervisión, apoyo y orientación para directores, así como sistemas, procesos y prácticas que aumentan las oportunidades para que los estudiantes de educación especial participen en el programa de educación general”.

Según Keleher, Educación también carecía de “una gestión financiera efectiva y no tenía sistemas de datos que pudieran comunicarse fácilmente entre sí, lo que complicaba aún más las operaciones diarias y dificultaba la administración efectiva. Los salarios de los educadores estaban entre los más bajos de EEUU y los maestros y directores no habían recibido un aumento salarial en diez años”.

Igualmente, comentó que “las escuelas y los salones de clase eran inseguros e insalubres, lo que refleja un deterioro no controlado debido a un mantenimiento insuficiente. Durante años, la escasez generalizada de docentes hizo que los estudiantes perdieran cursos básicos durante todo un año”.

Incluso, declaró que “antes de que llegara el huracán María en septiembre de 2017, las condiciones para la enseñanza y el aprendizaje eran insatisfactorias y casi negligentes. Aunque uno podría haber pensado que las cosas no podrían empeorar, la tormenta destruyó los pocos libros, recursos de instrucción, tecnología y equipo extraescolar que habían estado disponibles para maestros y estudiantes”.

Keleher aseguró que durante su gestión “criticamos el statu quo, interrumpimos las prácticas existentes y creamos nuevos procesos. Eliminamos las políticas obsoletas y redactamos otras nuevas que reflejaban las mejores prácticas actuales. Reorganizamos la oficina central para asegurarnos de que la responsabilidad de cada objetivo estuviera claramente asignada”.

Sobre los contratos de la agencia, dijo que “cancelamos algunos y adjudicamos algunos nuevos. Expulsamos a las personas de sus zonas de confort y les pedimos que dejaran de hacer lo que habían estado haciendo como lo habían hecho durante al menos dos décadas”.

Muchos se indignaron por la audacia de un extranjero que luchaba por comunicarse en español, pero criticó el departamento, su cultura y su forma de hacer negocios. Algunos lanzaron críticas a nuevas políticas y programas, mientras que otros se involucraron en ataques personales y cuestionaron públicamente mi capacidad para liderar el sistema porque no era puertorriqueña. Hubo amenazas y protestas”, agregó.

Opinó que “se necesita al menos el doble de la cantidad actual de fondos estatales para garantizar que los jóvenes puertorriqueños tengan acceso a oportunidades de aprendizaje que les permitan competir con graduados de otros sistemas escolares.

Sin embargo, advirtió que la administración fiscal del departamento debe ser supervisada “de cerca para asegurar que su presupuesto no se use para recompensar los favores políticos y hacer contribuciones a las campañas, como lo ha sido en el pasado”.INS
lp