P. Rico-Kilómetro 0 afirma que tornarse agresivo no es razón para que la Policía dispare, tras reportarse nuevo caso de muerte en manos de agente, que se suma a otros cinco este año, dos de ellos menores de edad

San Juan, 9 may (INS).- La directora ejecutiva de la organización Kilómetro 0, María Mari Narváez, afirmó hoy que si un individuo se torna agresivo no es razón para que un policía dispare, tras el caso de un adolescente de 15 años que recibió cuatro tiros por la espalda.

Sobre este caso, la Policía dijo que Giovanni Rivera Reyes, de 15 años, “se tornó agresivo”, por lo que el agente Guillermo Romero le dispararó cuatro tiros por la espalda.

Según vecinos del residencial de Humacao, donde el adolescente murió ayer, miércoles, el arma que tenía el joven se había caído al piso.

“Lo pueden coger vivo, someterle caso por el arma, por lo que sea pero no, sin piedad ninguna, le dieron cuatro tiros por la espalda”, dijo uno de los vecinos a Wapa TV.

Dos días antes, en Arecibo, Edgardo Torres Gómez, un guardia de Corrección también “se puso agresivo”, por lo que el agente José López Sánchez, adscrito al cuartel de Vega Baja, le disparó y lo mató.

El problema es que ‘tornarse agresivo’ no es razón para que el Estado mate a la gente. Ante una escena tensa, la primera responsabilidad de un policía es mitigar la tensión con estrategias no violentas”, dijo Narváez.

Agregó que si es estrictamente necesario utilizar la fuerza, está obligado a hacerlo de forma razonable, proporcional a la fuerza que esté ejerciendo la persona intervenida y escalonada.

Igualmente, indicó que todo uso de fuerza de la Policía también tiene que seguir el principio de “cese de resistencia, cese de fuerza”.

En lo que va de este año, la Policía ya ha matado a, al menos, seis sujetos, dos de ellos menores de edad (15 y 17 años) y uno que tenía 21 años y no estaba armado.

Otro era un paciente de epilepsia crónica y tenía una crisis emocional.

La uniformada está matando a nuestros hijos porque se ‘ponen agresivos’, por estar enfermos (física o emocionalmente), por ser jóvenes, negros y sin recursos económicos o sociales. Les disparan, los matan y después averiguan si la víctima estaba o no armada, si realmente tenía intención y posibilidad de ocasionarle daño letal”, sostuvo la portavoz.

Agregó que “el trabajo de la policía no es matarnos. Tampoco castigarnos. Su rol es velar por la seguridad. Si se comete un delito, su responsabilidad es arrestar a la persona contra la que existan motivos fundados para ello y encausar un proceso criminal para la rendición de cuentas de ese ciudadano”.

Aclaró que “pueden haber casos excepcionales en los que haya una amenaza real a la vida y un policía se vea obligado a protegerla, utilizando fuerza letal contra una persona. Sin embargo, hay que analizar los datos para identificar y denunciar un problema sistémico que persiste dentro de la Uniformada. La propia documentación de la Policía que hemos analizado nos indica que, entre 2014 y 2018, de 25 ciudadanos que murieron por uso de fuerza de la Policía, 18 estaban desarmados”.INS
lp