P. Rico-Catedrático del IRT de la UPR refuta la interpretación de la Rama Ejecutiva sobre la baja en la tasa de desempleo y el alza en la tasa de participación laboral

San Juan, 11 abr (INS).- Edwin Morales Cortés, catedrático del Instituto de Relaciones del Trabajo (IRT), expuso que la interpretación de funcionarios de la Rama Ejecutiva es incorrecta con relación a las estadísticas más recientes referentes a la tasa de participación a junio de 2018 (40.1) y la tasa de desempleo (9.2).

Según el experto, el gobierno no toma en consideración una serie de factores que inciden en los cambios reflejados en las respectivas tasas.

Entre los principales factores no explicados con relación a la disminución de la tasa de desempleo se encuentran lo siguientes: personas que ya no buscan empleo por no haber logrado conseguir, aquellos que consiguen oportunidades que no llenan sus expectativas, la emigración masiva o estar excluido de la definición y por consiguiente de los segmentos poblaciones considerados en las fórmulas aplicadas.

Según el académico, de observó que se redujo en 1,000 personas la cantidad de personas en el grupo trabajador al comparar los datos de junio de 2018 con los de junio de 2017.

Lo anterior, afecta los cambios en las tasas de referencia donde el secretario del Trabajo y el gobernador reclamaron logros históricos”, indicó.

El docente aclaró que la fórmula para calcular el desempleo no considera a personas que componen la categoría “fuera del grupo trabajador”, por cualquiera de los siguientes aspectos: muy joven o muy mayor, falto de destrezas, no desea trabajar, problemas de transportación o no puede trabajar por razones personales, las personas que se ocupan de su hogar, estudiantes que no realizan ninguna actividad económica, jubilados o pre jubilados, con condiciones de salud que no pueden trabajar o personas con diversidad funcional, personas que reciben pensión por razones distintas a la jubilación o pre jubilación, ociosos voluntarios, personas que realizan trabajos benéficos sin recibir remuneración para ello, no tienen empleo ni lo han buscado en las cuatro semanas anteriores a la entrevista.

Subrayó que interpretar estos datos sin conocer estas exclusiones, induce a error.

Además, señaló que existen personas que se clasifican como desalentados, que han dejado de buscar trabajo, ya que perciben que no conseguirán trabajo o que los trabajos disponibles no se ajustan necesariamente a sus expectativas.

En cuanto a la tasa de participación laboral, sostuvo que se considera la proporción de la población civil no institucional de 16 años o más, que forma parte del grupo trabajador, por consiguiente, “los desalentados al dejar de buscar empleo no estarían siendo considerados como parte del grupo trabajador. Las estadísticas no sugieren necesariamente que los cambios en las tasas de referencia se deban a que existe una mayor cantidad de empleos y una mayor cantidad de personas trabajando en términos netos”.

Agregó que, “por otro lado, se observa que parte del segmento de población que se ha insertado recientemente en el mercado laboral es a través de empleos por cuenta propia. En este renglón se reflejó un aumento de 22,000 personas trabajando por su cuenta. Se destaca que la cifra de empleo total, que apenas se utiliza en Puerto Rico incluye a los empleados asalariados, los que trabajan por su cuenta o aquellos que realizan trabajo en empresas familiares, sin recibir remuneración”.

El doctor Morales Cortés planteó que el factor de emigración ocurre en parte ante la carencia de oportunidades laborales.

También, dijo, incide en el proceso de toma de decisiones, las características de las oportunidades laborales en el exterior con base en las expectativas del trabajador.

Destacó que existe una brecha importante entre la remuneración entre Puerto Rico y los Estados Unidos y en las prestaciones o beneficios que tienden a otorgarse en el sector privado.

Acotó que el salario mínimo en los Estados Unidos tiende a ser precisamente un “mínimo” inicial, pero que, de facto, en Puerto Rico constituye un tope salarial que puede perdurar hasta la separación voluntaria o involuntaria del empleo.

Advirtió que se suma al cuadro integral de consideraciones, la depresión económica que afronta el país y los altos costes de vida en función de los niveles de ingresos de los trabajadores y sus familias.

Hoy en día toma más tiempo el conseguir un empleo, que lo que demoraba antes por lo que este aspecto también tiende a explicar el que haya más desalentados. Por otro lado, si la persona que recibe ayudas gubernamentales y pudiera trabajar calcula el beneficio neto económico de trabajar contra no trabajar y continuar recibiendo estas, podría tender a optar por no reinsertarse en la fuerza trabajadora”.INS
lp