P. Rico-Asociación de Salud Primaria aborda el uso problemático de sustancias en la Isla

Carmen Albizu./Inter News Service

San Juan, 20 mar (INS).- Las personas con uso problemático de sustancias y opioides tienen que acceder a tratamiento con medicamentos y apoyo multidisciplinario para recuperarse.

Así se concluyó en el primer evento “Servicios de Salud de los Centros 330 ante el Uso Problemático de Sustancias”, de la Asociación de Salud Primaria de Puerto Rico (ASPPR).

Katia Leon Baranda, sub directora de la ASPPR, indicó que la crisis de opiáceos es una de las prioridades de las autoridades en Estados Unidos y de la ASPPR.

Muchos están muriendo y familias completas están siendo devastadas. En Estados Unidos mueren más de cien personas todos los días por el uso problemático de sustancias y el impacto económico asciende a 78,500 millones anuales”, comentó León Baranda, quien añadió la importancia de tratar el dolor crónico en pacientes que pudieran desarrollar comportamientos de adicción.

Carmen Albizu, investigadora en servicios para la adicción y otras condiciones de salud, indicó que el tratamiento asistido por medicamento debe proveerse a toda persona, a menos que esté contraindicado.

En Puerto Rico, la medicación ha sido históricamente la última propuesta, pero actualmente es el estándar de cuido”, indicó.

Opinó que “la mayor parte de las personas que van a tratamiento lo abandonan. Hay que entender que lo que sirve a una persona, puede que no funcione a otro. En Puerto Rico el problema es que se quiere dar el mismo tratamiento para todos”.

Exhortó a los proveedores a ser más empáticos, no confrontacionales ni paternalistas para poder implantar y tener éxito en tratamientos personalizados de acuerdo a las necesidades de las personas.

La dependencia es tratable y prevenible”, apuntó Albizu, quien agregó que “los mejores resultados se alcanzan con acercamiento comprensivo y muldisciplinario, intervenciones psicosociales y farmacológicos”.

Rafael Torruella, director ejecutivo de Intercambios Puerto Rico, una organización que ofrece servicios a personas usuarios de sustancias, personas sin hogar y trabajadores sexuales, dijo que el modelo de abstinencia ha fracasado.

Hay que marchar hacia un modelo de apoyo y no de castigo basado en evidencia científica y que provea servicios psicosociales. Las crisis que hemos visto en cuanto a drogas es por falta de políticas públicas que hagan sentido y que tengan como finalidad estar sustentadas por los derechos humanos”, indicó Torruella.

Para el experto, “hay que reemplazar la criminalización con ofrecimiento de servicios de salud para aquellos que lo necesitan. Los usuarios no pueden estar en la cárcel sino en el centro de tratamiento”.INS
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