P. Rico-Buscarán que Policía Municipal de Villalba no intervenga con personas que violen la prohibición de las peleas de gallos, por lo que se sumaría a San Juan y Mayagüez

Villalba, 31 ene (INS).- La delegación del Partido Nuevo Progresista (PNP) de la Legislatura Municipal de Villalba sometió un proyecto de ordenanza “para rechazar la imposición del Congreso de los Estados Unidos de la prohibición de las peleas de gallos en Puerto Rico”.

A tal efecto, la minoría del PNP buscará establecer, como política pública, que la Policía Municipal no colabore con agencia o entidad alguna, federal o estatal, que se dedique a la investigación y enjuiciamiento de individuos que violen la normativa que entraría en vigor a fin de año.

El municipio de Villalba rechaza la imposición del Congreso de los Estados Unidos, sobre la prohibición de las peleas de gallos en Puerto Rico, por interferir en el derecho y los procesos democráticos de todos los puertorriqueños”, expone el PNP en el documento.

La Ley 98 de 2007(Ley de Gallos de Puerto Rico del Nuevo Milenio) autoriza el deporte de los gallos en Puerto Rico y lo pone bajo la autoridad y jurisdicción del Departamento de Recreación y Deportes (DRD) estatal.

Asimismo, autoriza el importe de licencias de las galleras, criadores de gallo y jueces, fija las penas contra los infractores de la misma, crea un programa de fomento a la crianza de gallos de pelea, adscrito al Departamento de Agricultura estatal y establece como derecho cultural de los puertorriqueños las peleas de gallos.

Sobre la prohibición impuesta a Puerto Rico, de acuerdo con la delegación del PNP está contenida en el “Agricultural Improvement Act of 2018”, conocido como 2018 Farm Bill.

En su sección 12616 se extiende la prohibición de peleas de animales a todos los territorios de la nación norteamericana, los cuales incluye a Puerto Rico. Dicho estatuto ya era de aplicación a todos los estados, es decir, la prohibición sobre peleas de animales. La reciente prohibición se llevó a cabo sin tomar en consideración las de los representantes electos, ignorando una vez más el derecho de los puertorriqueños a la soberanía democrática. Las peleas de gallos son parte de la historia y de la idiosincrasia puertorriqueña. Por tal razón, le corresponde, de manera exclusiva, a los propios puertorriqueños, a través de su proceso y estructuras democráticas, decidir sobre aspectos que inciden directamente sobre su composición social y cultural”, resumió el escrito.INS
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