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Santo Domingo, 4 sep (INS).- La vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández, sugirió la implementación de políticas estatales efectivas del gasto público en salud para impulsar mayores cambios sociales de cara a reducir la mortalidad infantil.
Considera que ese flagelo es uno de los temas que más apremian en la agenda del sector salud del país y afirmó que a pesar de los esfuerzos que ha realizado toda la comunidad de galenos, especialistas y funcionarios de la salud para solucionar el problema, el gasto sigue siendo insuficiente.
Sugirió abordar con urgencia la mortalidad infantil con probidad, “para mejorar los indicadores de salud y el desarrollo económico y social de los dominicanos y, en especial, de las mujeres dominicanas y sus hijos”.
Cedeño de Fernández comentó que en la región latinoamericana, muchos países han enfrentado retos parecidos.
“La evidencia refleja que la solución ha estado en un mayor acceso a niveles superiores de educación y en el aumento de la inversión en la salud pública con programas específicos para los sectores más vulnerables, incluyendo las embarazadas y los niños”, destacó.
Manifestó que la realidad en torno a este fenómeno “es el resultado de una ecuación donde inciden las características sociodemográficas, las desigualdades sociales, el nivel de inversión pública para la atención primaria, la proporción de médicos de familia dentro del gremio médico y el desempeño de los distintos indicadores en salud”.
A manera de referencia, la vicemandataria dominicana cito una publicación del investigador Abdelhafidh Dhrif donde analiza la estrecha relación entre el desarrollo económico y la salud, además de aspectos elementales sobre la inversión pública, el gasto en salud y su correlación con el tema,
“Sus hallazgos demuestran que la mortalidad infantil es un indicador relevante del desarrollo socioeconómico”, agregó la vicepresidenta en un artículo publicado en un medio local, copia del cual fue remitida a Inter News Service.
Afirma que algunos autores han considerado que el ingreso, la desigualdad, la educación de las mujeres y aspectos culturales, son los que explican casi toda la variación de las tasas de esas muertes.
Sin embargo, apuntó, el interesante trabajo de Dhrif, publicado en la revista de la CEPAL, evalúa la interacción tanto positiva como negativa, entre gasto en salud y mortalidad infantil.
Explica que el estudio ha podido demostrar, con datos científicos de 93 países, que “un mayor gasto sanitario tiene un efecto positivo y significativo solo en los países de ingresos medio-altos y altos, pero no en los de ingresos bajos y medio-bajos”.
Señala que según los datos del Banco Mundial, la República Dominicana es un país de ingresos medio-altos, por lo cual una mayor inversión o gasto en salud, redundará decididamente en una mejoría de la realidad del indicador de la mortalidad infantil.
“Es un argumento interesante a tener en cuenta, en momentos en que el país comienza a reevaluar el gasto público con una mirada más específica hacia los resultados de las inversiones que realiza el Estado dominicano. Sin embargo, se debe tener en cuenta que este aumento es hasta un monto en específico, ya que se evidencia que un gasto per cápita de hasta 200 dólares por año genera grandes resultados, pero a partir de este monto, los resultados no son tan contundentes. INS
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