EEUU-Vicepresidenta del PIP, ante el Comité de Descolonización de la ONU, afirma que se ha visto un recrudecimiento de la “vocación colonial” estadounidense en Puerto Rico

Nueva York, 18 jun (INS).- La vicepresidenta del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María de Lourdes Santiago, opinó hoy ante el Comité de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), afirmó hoy que se ha visto un recrudecimiento de la “vocación colonial” estadounidense en Puerto Rico.

Este pasado año ha visto el recrudecimiento de la vocación colonial de los Estados Unidos en Puerto Rico. Por un lado, las amplias facultades de la Junta de Control Fiscal impuesta en el año 2016 por la administración de Barack Obama han reducido al mínimo el menguado ámbito de gobierno propio que admitía el Estado Libre Asociado”, declaró en la sesión que se desarrolla en Nueva York. Para la dirigenta política, “Puerto Rico nunca ha podido tomar determinaciones sobre la protección de nuestra producción o sobre política exterior, pero ahora hasta la aprobación y manejo del presupuesto local depende de siete funcionarios por los que nadie votó y que, además, nos someten a su venenosa intromisión en asuntos de política pública, como prioridades educativas y leyes laborales”.

Según Santiago, la Junta opera “a vista de todos y sin el mínimo pudor, como una dictadura. Para añadir sal a la herida, las medidas impuestas por la Junta –siempre ensañada contra los más pobres y vulnerables, y comprometida en exclusiva con un proceso guiado por los intereses de los acreedores de la deuda gubernamental– en nada han implicado progreso material o estabilidad fiscal para nuestro país. El pueblo puertorriqueño paga con su sufrimiento la insensatez de intentar resolver los problemas del colonialismo con más colonialismo”.

Comentó que “es innegable el resurgir de las posturas más duras del régimen colonial estadounidense. Así lo vemos en la reforzada represión y persecución política, en los intentos de transculturación evidenciados en el desmantelamiento de instituciones culturales y la imposición del bilingüismo en las escuelas, y en los escandalosos privilegios al capital estadounidense a través de trato contributivo especial a individuos y corporaciones de ese país”.

De acuerdo con la vicepresidenta del PIP, la prueba más “dolorosa” para muchos puertorriqueños de la “desidia estadounidense” es la “estudiada incompetencia del gobierno de Estados Unidos ante los inmensos destrozos provocados por el huracán María el 20 de septiembre de 2017. En una isla de 100 millas de largo por 35 de ancho, el Cuerpo de Ingenieros del ejército del país más poderoso del mundo se declaró incapaz de llegar a ciertas zonas rurales a prestar auxilio y restaurar prontamente el servicio de energía eléctrica (del que aún carecen decenas de miles de puertorriqueños)”.

Añadió que “la agencia federal para el Manejo de Emergencias exigió la presentación de solicitudes de ayuda por la vía cibernética en un país sin electricidad y con telefonía atrofiada, y el mundo entero fue testigo de la indignante actitud del presidente de los Estados Unidos en su visita a Puerto Rico”.

Recordó que “todos los males del colonialismo sobre los cuales se advirtió en la resolución 1514 (XV) hace más de medio siglo, todavía condicionan (y de manera cada vez más descarnada) la vida de los puertorriqueños y puertorriqueñas”.

Lo insostenible de la condición colonial debería operar como una invitación al consenso entre las fuerzas políticas del país. Recientemente, el Partido Independentista Puertorriqueño ha convocado un diálogo con los presidentes de los otros dos partidos políticos en Puerto Rico con el fin de concertar acciones que nos lleven a exigir de forma conjunta ante el Congreso y el presidente de los Estados Unidos, así como ante foros internacionales y medios de comunicación, la eliminación de la Junta de Control Fiscal y el inicio de un proceso de descolonización que nos permita escoger nuestro destino político entre alternativas no coloniales y no territoriales”, declaró.

Santiago se mostró confiada en que “la conciencia sobre la gravedad de este momento histórico y el reconocimiento de que los esfuerzos aislados han resultado hasta ahora infructuosos prevalezca sobre cualquier otra consideración”.

La portavoz del PIP, a su vez, reclamó la solidaridad de la comunidad internacional y dijo que la colectividad política “endosa el proyecto de resolución que está ante la consideración de este Comité, subrayando, en el preocupante contexto actual, la urgencia de que la Asamblea General de las Naciones Unidas acoja la petición de que se examine de manera amplia y en todos los aspectos la situación de Puerto Rico y se exprese sobre la misma lo antes posible”.INS
lp