
Los organizadores reclamaron el éxito de la marcha, que culminó en el ala norte del Capitolio, donde coincidieron en que el proyecto de la reforma educativa, aprobado en horas de la noche por el Senado, debe echarse a la basura. Inter News Service/Víctor R. Birriel
San Juan, 19 mar (INS).- Las organizaciones integrantes del Frente Amplio en Defensa de la Educación Pública (Fadep) reclamaron un sólido respaldo al paro y la marcha realizada hoy que culminó en el ala norte del Capitolio, donde coincidieron en que el proyecto de la reforma educativa –aprobado en horas de la noche por el Senado– debe echarse a la basura porque “no es enmendable”.
La manifestación se produjo en un día de paro de maestros en el país y en una jornada en la que el Senado discutía la aprobación de la reforma educativa –sancionada hace una semana en la Cámara de Representantes– que impulsa el gobernador Ricardo Rosselló Nevares y que incluyen las polémicas escuelas charter.
En la marcha participaron miembros de la Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR), la Unión Nacional de Educadores y Trabajadores de la Educación (Unete), Educamos, Educadores Puertorriqueños en Acción (EPA), Organización Nacional de Directores de Escuela (Ondepr) y la Organización de Directores y Administradores Escolares (ODAE), entre otras entidades cívicas, sindicales y sociales.
“El derecho a la libertad y a la dignidad van por encima de todo. Hemos dado una lección de dignidad. Lo dijimos claro, en todos los rincones, este va a ser la madre de los paros, porque este paro tiene rostro de mujer, que ha decidido lanzarse a la calle”, afirmó Eva Ayala, presidenta de Educamos frente al Capitolio.
La portavoz insistió en que en el magisterio “tenemos que hacer causa común” frente a proyectos como la reforma educativa.
“Esta lucha la tenemos que dar todos los sectores que trabajamos en el Departamento Educación (que cuenta con cerca de 27 mil educadores), ya que aquí se nos va la vida”, aseguró.
Ayala opinó que la pieza legislativa que se analiza en el Senado, “no es enmendable, hay que echarlo al zafacón, porque atenta contra la educación pública”.
Mientras, la presidenta de la FMPR, Mercedes Martínez Padilla, aseguró que el paro magisterial detuvo en 90 por ciento las escuelas públicas.
“Tenemos un 90 por ciento de respaldo al paro. Los niños, los padres y madres, así como los profesores, han respondido”, subrayó.
Las declaraciones de la sindicalista se produjeron tras la marcha magisterial convocada por el Fadep, que concluyó frente al Capitolio.
La marcha magisterial, que comenzó en el parque Luis Muñoz Rivera y concluyó en el Capitolio, recibió el respaldo del Obispo del Sínodo del Caribe de la Iglesia Luterana, reverendo Felipe Lozada Montañez, quien advirtió que la reforma educativa que se discute“necesita ser dialogada con mayor profundidad y así proveer un proceso de análisis, que sea transparente, participativo y comunitario”.
“En nuestra isla de Puerto Rico no podemos seguir mirando hacia la educación como un negocio y sí como un compromiso moral hacia nuestro pueblo”, señaló el religioso.
Lozada Montañez abogó por “un acceso equitativo, justo, a una educación de excelencia para toda la juventud, es lo que proclamamos en el pronunciamiento social sobre educación”.
En tanto, el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) mostró su respaldo a los reclamos de los docentes con la presencia de su vicepresidenta María de Lourdes Santiago y de los legisladores Juan Dalmau Ramírez y Deni Márquez Lebrón.
Mientras, el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) refrendó su apoyo al paro magisterial y a la lucha por la educación pública que se libra en las comunidades escolares a través de todo Puerto Rico.
Según la presidenta del PPT, Mariana Nogales Molinelli, la llamada reforma educativa “representa la privatización solapada de la educación pública y pone en riesgo el acceso para los estudiantes de educación especial y de otras poblaciones vulnerables”.
A su entender, se trata de un plan que no atiende los problemas de las escuelas públicas, no considera estrategias sobre los procesos de aprendizaje o el currículo de enseñanza y no garantiza que los fondos públicos lleguen al salón de clases.
Nogales Molinelli considera que la secretaria de Educación, Julia Keleher, “es una persona con escaso conocimiento sobre las necesidades de nuestros estudiantes, cero intención de aprender y aún menos disposición a escuchar”.
“Es una contratista que vino a supervisar la privatización de nuestro sistema de educación”, resumió.
La Unión de Trabajadores de la Industrias Eléctrica y Riego (Utier) también se solidarizó con la lucha de los docentes puertorriqueños. INS
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